Fuentes del Gobierno sostuvieron que el Ejecutivo está decidido a "cumplir el mandato popular", lo que significa acabar con el memorando vigente, que "ha causado una crisis humana y ha llevado a la economía a un punto muerto".
"El cese inmediato (del programa) no sólo lo dicta el resultado de las elecciones, sino el mismo sentido común", dijeron las citadas fuentes bajo condición de anonimato.
El Ejecutivo izquierdista reiteró que el texto presentado por el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, no podía ser aceptado por tres motivos.
En primer lugar, porque exigía a Grecia "completar con éxito" el programa vigente. En el segundo, porque pedía a las autoridades griegas abstenerse de todo acto o acción unilateral y trabajar en estrecha cooperación con los socios europeos e internacionales "en el ámbito de la política fiscal, las privatizaciones, la reforma del mercado laboral, el sector económico y las pensiones".
Con ello, se exigía de facto al Gobierno de Alexis Tsipras que no emprendiera durante la fase de prórroga ninguna de las medidas anunciadas, tanto en lo que se refiere a la congelación de una serie de proyectos de privatizaciones, como en el restablecimiento de los derechos laborales, o en la subida de las pensiones.
Finalmente, se pedía a Grecia una prórroga técnica de 6 meses del programa "actual".
Las citadas fuentes recordaron que el Gobierno sí estaba dispuesto a utilizar como base del debate un texto anterior, en el que, entre otros, se decía que "el Ejecutivo ha anunciado su intención de tomar medidas extraordinarias para garantizar un sistema fiscal más justo y más eficiente y reducir la crisis humana".
En el citado texto, redactado supuestamente por el comisario económico y monetario, Pierre Moscovici, y filtrado anoche a los medios, hablaba además de que se tendrían en cuenta "medidas para reducir la carga de la deuda".
También abordaba la posibilidad de extender el "préstamo" actual durante cuatro meses, en lugar de exigir la prórroga del "programa".
EL BCE DISCUTIRÁ ESTE MIÉRCOLES SOBRE LA PROVISIÓN DE LIQUIDEZ DE URGENCIA PARA GRECIA
El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) hablará sobre la provisión urgente de liquidez para Grecia a través del banco central nacional de este país, ampliarla o, incluso, interrumpirla.
"El BCE sólo puede garantizar los préstamos de la provisión urgente de liquidez si los bancos griegos son solventes, pero podría no ser el caso si se produce un impago soberano, ya que entonces sus tenencias de bonos públicos y los préstamos pendientes al Gobierno no tendrían valor", considera el analista de Commerzbank Christoph Weil.
"Si Grecia ignora el ultimátum y se produce el impago soberano, el BCE podría finalizar la provisión urgente de liquidez a los bancos griegos, lo que significaría de hecho que Grecia saldría de la Unión Monetaria", añade Weil. Debido a la salida de capitales, los bancos griegos necesitan ahora más provisión urgente de liquidez.
En los tres últimos meses se ha producido una salida de capital de 21.000 millones de euros de las cuentas de bancos griegos, tanto de particulares como de empresas.
El BCE acordó la semana pasada aumentar en 5.000 millones de euros, a 65.000 millones de euros, la cantidad máxima que los bancos griegos pueden pedir como préstamos de urgencia al Banco de Grecia.
El BCE dejó de aceptar desde el 11 de febrero la deuda soberana de Grecia como garantía en sus operaciones de refinanciación.
Los bancos helenos solventes pueden acceder a la liquidez a través del Banco de Grecia, mediante la provisión urgente de liquidez, que inicialmente estaba limitada a 10.000 millones de euros, hace dos semanas el BCE amplió a 60.000 millones de euros y la semana pasada a 65.000 millones.
Los bancos de la zona del euro pueden recibir crédito del BCE a través de las operaciones de política monetaria ordinarias pero también, de forma excepcional, mediante la provisión urgente de liquidez en caso de que tengan problemas temporales de liquidez, aunque estos préstamos son más caros.
GRECIA REGISTRA EN ENERO UN DÉFICIT DE 217 MILLONES TRAS SUPERÁVIT
El Gobierno central griego registró en enero un déficit de efectivo de 217 millones de euros, después de un superávit de 603 millones de euros hace un año, informó el Banco de Grecia.
Los ingresos presupuestarios ordinarios alcanzaron los 3.133 millones de euros, en comparación con 4.467 millones de euros en enero de 2014. Los gastos ordinarios se redujeron desde 3.609 millones en enero de 2014 hasta 3.200 millones este año.
El pago de intereses se redujo de 216 millones de euros en enero de hace un año a 76 millones este año.
El Gobierno central pasó de un superávit primario (excluye el pago de intereses) de 812 millones el año pasado a un déficit de 149 millones este enero.
EFE