La guerra en Ucrania entró en su cuarto mes de combate, ahora concentrados en el este, donde las tropas rusas quieren acabar con las últimas bolsas de resistencia en la región de Lugansk, en la cuenca minera del Donbás.
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Tras alejar a las fuerzas invasoras de las dos grandes ciudades del país, la capital Kiev y la nororiental Járkov, los ucranianos reconocen “dificultades” para contener el avance ruso en el Donbás, que incluye las regiones de Lugansk y Donetsk.
“Las próximas semanas de guerra serán difíciles”, advirtió el lunes por la noche el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“Los ocupantes rusos se esfuerzan en demostrar que no abandonarán las zonas ocupadas de la región de Járkov (nororiente), que no entregarán la región de Jersón (sur), los territorios ocupados de la región de Zaporiyia (suroriente) y el Donbás (oriente)”, insistió.
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La situación es “extremadamente difícil” en el Donbás, donde los rusos buscan “eliminar todo lo que esté vivo”, dijo Zelenski.
Moscú centra su fuego en el reducto de resistencia ucraniano en Lugansk, tratando de rodear las ciudades de Severodonetsk y Lysychansk, separadas por el río Donets.
El Ministerio de Defensa ucraniano dijo que hay combates encarnizados muy cerca de esas dos urbes, en las localidades de Popasna y Bajmut, al sur y suroccidente, lo que hace pensar en un intento de cercarlas.
Lanzada como una ofensiva total sobre Ucrania el 24 de febrero, la invasión se centra ahora en el oriente y el sur, donde Rusia controlaba desde 2014 la anexionada península de Crimea y tomó a principios del conflicto la ciudad de Jersón. Este frente meridional parece estable, aunque los ucranianos reivindican avances.
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Las consecuencias del mortífero conflicto se extienden más allá del frente, con unos precios energéticos disparados y una redistribución en curso del mapa de seguridad en Europa, con Suecia y Finlandia aspirando a la Otán.
En tres meses, miles de personas y civiles murieron sin que haya un balance preciso. Sin embargo, según datos recopilados, entre 2.500 y 3.000 soldados ucranianos han muerto.
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AFP