Aunque parecía ya todo un hecho que Jaime Gilinski, el mayor accionista del banco español Sabadell, sería el nuevo propietario del hotel Villa Magna de Madrid, la negociación se rompió según anunciaron medios españoles y portugueses.
Ya se daba por hecho que el magnate colombiano habría cerrado toda la operación de compra hace unos meses, pero su oferta de 190 millones de euros ha sido rechazada por el dueño de la compañía.
El vendedor era el holding portugués Sodim, del empresario Pedro Queiroz Pereira, propietario de compañías en diversos sectores, como la papelera Portucel.
“No es cierto que se haya vendido el Hotel Villa Magna. Sodim no aceptó las últimas condiciones para la transacción. En ningún momento esa venta estaba cerrada”, explicó una fuente oficial de la compañía portuguesa según aparece en el diario Cinco Días.
La última oferta de Gilinski fue de 190 millones de euros, un monto que para los expertos parecía definitivo, a falta de ultimar detalles del acuerdo. Pero Queiroz rechazó finalmente la cifra a principios de agosto. “Sospechamos que se dio la noticia de la venta para hacer presión”, se lamenta desde la compañía portuguesa. “La realidad es que el señor Queiroz dijo que no a los 190 millones”, añadió. La consultora JLL tenía el mandato de venta del hotel, pero ha declinado hacer comentarios sobre este tema, tal y como explica el rotativo español.
Para la portuguesa Sodim, la última oferta es insuficiente. Y lo justifica en que la economía española está creciendo y los ingresos en turismo también aumentan, incluso a un mayor ritmo, especialmente entre los visitantes de Madrid, lo que está beneficiando al negocio.
UN MÍTICO HOTEL DE LUJO
El Villa Magna es un hotel de cinco estrellas situado en el paseo de la Castellana. Junto al Ritz y al Palace, se encuentra en la más alta gama de turismo de lujo en la ciudad.
Históricamente ha estado gestionado por Hyatt, pero tras la remodelación terminada en 2009, las riendas pasaron a Sodim.
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