“Los vientos son menos favorables” en Latinoamérica, que deberá adaptarse a un contexto de menores precios de las materias primas y condiciones financieras más ajustadas, explicó Alejandro Werner, director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El crecimiento pronosticado para la región latinoamericana por este organismo es del 2,5 por ciento en el 2014, la cifra más baja en la última década si excluimos 2009, año de la crisis financiera global.
El descenso de los precios de las materias primas vendrá dado, principalmente por la ‘ralentización del crecimiento en China’; y Werner anticipó que los más afectados serán los países exportadores del Cono Sur.
El otro factor que arroja sombras sobre las economías latinoamericanas es el ‘ajuste’ de las condiciones externas de financiación como consecuencia de la normalización monetaria en EE.UU., cuya Reserva Federal (FED) ya ha iniciado el proceso de retirada de su multimillonario programa de estímulo monetario a través de la compra de bonos. En este contexto, son relevantes el comportamiento de las dos grandes economías regionales: México, que mantendrá un crecimiento de entorno al 3 por ciento este año; y Brasil, para el que el Fondo volvió a reducir sus previsiones hasta 1,8 por ciento en el 2014.
“México está ahora en una situación positiva en la que aprovecha la recuperación en EE. UU., tener un tipo de cambio competitivo y haber llevado a cabo reformas estructurales importantes”, indicó Werner, en el marco de la asamblea de medio año del organismo internacional y del Banco Mundial (BM).
Brasil, por su parte, tras “un periodo de alto crecimiento y expansión del sistema financiero que claramente llegó a los límites”, ahora enfrenta el reto notable “a mediano plazo” de generar un entorno más favorable a la inversión y al aumento de productividad.
Otros países suramericanos, especialmente los calificados por el FMI de “financieramente integrados”, como Colombia, Chile y Perú, continuarán con su expansión económica de los últimos años.
Caso aparte son Venezuela y Argentina, para los que Werner vaticinó un escenario más complicado. El FMI está preocupado por la economía de Venezuela, “estancada” en medio de “desequilibrios macroeconómicos”.
ARGENTINA REVISÓ SUS DATOS ESTADÍSTICOS
El informe de ‘Perspectivas Económicas Globales’, presentado, destaca la salida de capitales, la elevada inflación en Venezuela y Argentina y llama la atención sobre la disparidad entre los tipos de cambio oficiales y lo que considera el mercado.
“Argentina enfrenta significativas tensiones en la balanza de pagos.
Las autoridades han permitido recientemente cierta depreciación de su moneda, una subida en los tipos de interés y una reducción de los subsidios del consumo básico. Son pasos positivos, pero hacen falta más”, señaló Werner.
El funcionario del FMI sostuvo una reunión con el ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, para analizar los cambios aplicados por Buenos Aires a los datos para realizar sus estadísticas oficiales y que habían sido cuestionados por el organismo. Werner destacó el trabajo metodológico realizado por Argentina.
EFE