El líder socialdemócrata alemán, Martin Schulz, dio marcha atrás en su rechazo tajante a una nueva gran coalición y aceptó dialogar con la canciller alemana, Angela Merkel, lo que podría suponer lo necesario para que se solucione la crisis política que atraviesa el país europeo.
Eso sí, Schulz dejó claro que condicionará al visto bueno de sus bases cualquier apoyo del bloque conservador a otro gobierno. El Partido Socialdemócrata (SPD) responderá “por descontado” a la llamada del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, a sentarse a dialogar con Merkel, afirmó Schulz, para añadir que lo hace por sentido de “responsabilidad” hacia Alemania y hacia Europa.
Si, de resultado de ese diálogo, se acuerda “algún tipo de cooperación” para la formación de otro gobierno, ésta se someterá a las bases, añadió Schulz, quien se entrevistó con Steinmeier, compañero de partido antes de llegar a la presidencia del país, y después se reunió durante ocho horas con la ejecutiva del SPD.
Que la eventual entrada en una coalición pase por el sí de la militancia no es sorprendente, ya que así se hizo en 2013, cuando se sometió a su voto el pacto de gobierno alcanzado entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, su hermanada Unión Socialcristiana bávara (CSU) y el SPD.
Ahora Schulz precisa imperiosamente ese respaldo, ya que durante su campaña por las generales del 24 de septiembre había descartado una nueva coalición.
EFE