La Opep y sus aliados encabezados por Rusia acordaron ayer recortar la producción de petróleo en más barriles de los que esperaba el mercado, pese a la presión del presidente estadounidense Donald Trump para que se reduzcan los precios del crudo.
El bloque bajará su producción a partir de enero en 800.000 millones de barriles por día (bpd) frente a los niveles de octubre, mientras que sus aliados externos aportarán un recorte adicional de 400.000 millones de bpd, en una medida que revisarán en un encuentro en abril. Esto supuso un gran impulso para los precios del petróleo en vista de que la reducción combinada de 1,2 millones de bpd es superior al mínimo de 1 millón de bpd que esperaba el mercado.
En concreto, pese a que los incrementos superaron durante la jornada el 5%, el barril de petróleo Brent terminó el día en US$61,76, un 2,72% más que la cotización del cierre anterior. Por su parte, el WTI estadounidense para entrega en enero subió US$1,12 o 2,18%, y se ubicó en US$52,61.
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Arabia Saudita, líder de facto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), se enfrentó al pedido de Trump para que se abstuviera de disminuir el suministro de crudo como una forma de ayudar a la economía global. Una reducción del bombeo también brindaría apoyo a Irán porque subiría el precio del barril, en medio de los intentos de Washington por ahogar la economía del tercer mayor productor de la Opep.
Al ser consultado sobre si la decisión de recortar podría afectar las relaciones de Riad con Washington, el ministro de Energía saudita, Khalid al-Falih, aseguró que el reino está listo para bombear más en caso de que ocurra una caída abrupta del suministro. “No vamos a exprimir a los consumidores más allá de lo que pueden pagar”, resaltó, y agregó que, dado que Estados Unidos se ha convertido recientemente en el mayor productor de petróleo, sus compañías energéticas están respirando aliviadas.
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Las decisiones de Riad se dan en medio de una crisis tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul en octubre. Trump ha respaldado al príncipe heredero de la corona, Mohammed bin Salman, a pesar de los llamados de muchos políticos estadounidenses para que le imponga fuertes sanciones.
Falih se abstuvo de responder una pregunta sobre si la decisión de la Opep podría llevar a Washington a retirar el apoyo, aunque consideró que las relaciones entre Arabia Saudita y Estados Unidos se basan en valores compartidos.
SESIONES MARATÓNICAS
El acuerdo se mantuvo en suspenso por dos días por la preocupación de que Rusia recortaría muy poco y después porque se temía que Irán no recibiera exenciones y bloquease el pacto. Pero tras horas de conversaciones, la república islámica dio luz verde a la Opep y Moscú dijo estar dispuesto a recortar más.
Rusia se comprometió a reducir su producción en 228.000 bpd desde los niveles de octubre de 11,4 millones de bpd, aunque dejó claro que los recortes serían graduales y tomarían varios meses.
Irak, el segundo mayor productor de la Opep, se comprometió a reducir 140.000 bpd. Irán, Libia y Venezuela recibieron exenciones. Nigeria, que ha estado exenta desde la ronda anterior de recortes en enero de 2017, aceptó participar. Falih señaló que la producción de Arabia Saudita se había reducido a 10,7 millones de bpd en diciembre, desde los 11,1 millones del mes previo y que iba a disminuir a 10,2 millones de bpd en enero.
Helima Croft, directora de RBC Capital Markets, explicó que el acuerdo superó las expectativas. “Tener la próxima reunión en abril será importante para fines de planificación para acelerar un poco el ciclo”, argumentó. La Opep normalmente se reúne una vez cada seis meses.
Bob McNally, presidente de Rapidan Energy Group, con sede en Estados Unidos, dijo: “Al presidente Trump no le complacerá ver los titulares de hoy, pero la intensidad con la que reacciona depende principalmente de si, como resultado, los precios del crudo suben fuertemente en los próximos días y semanas”, agregó.
El representante especial de Estados Unidos para Irán, Brian Hook, se reunió con Falih en Viena esta semana en un hecho sin precedentes antes de una cumbre de la Opep. “La presión política de Estados Unidos es claramente un factor dominante en esta reunión de la Opep, limitando el alcance de las acciones saudíes para equilibrar el mercado”, apuntó Gary Ross, presidente ejecutivo de Black Gold Investors y veterano observador de la Opep.
El precio del crudo ha caído casi un tercio desde octubre ya que Arabia Saudita, Rusia y los Emiratos Árabes Unidos aumentaron la producción para compensar las menores exportaciones de Irán. Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos han estado compitiendo por la posición del principal productor de crudo en los últimos años.
Estados Unidos no forma parte de ninguna iniciativa que limite su suministro debido a su legislación antimonopolio y la industria petrolera fragmentada.
El jueves, cifras del gobierno estadounidense mostraron que el país se convirtió en un exportador neto de crudo y productos refinados por primera vez desde que se tenga registro, subrayando cómo el aumento en la producción ha alterado la ecuación de la oferta en los mercados mundiales.
Esto es uno de los principales factores de presión a los que se enfrentará en los próximos meses la Opep, pues la cada vez mayor fortaleza productora y exportadora de Estados Unidos resta a la organización la gran influencia con la que contaba años atrás.
PEOR SEMANA DESDE MARZO
(EFE) Wall Street terminó ayer su peor semana desde marzo tras presentar una caída acumulada en sus índices que ronda el 5%.
En este sentido, su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, bajó ayer un 2,24% por el temor a las tensiones comerciales entre EE. UU. y China y el análisis de los nuevos datos sobre el empleo.
Al término de la sesión, el Dow Jones recortó 558,72 puntos, hasta 24.388,95, aunque en su peor momento llegó a deslizarse casi 800, y el selectivo S&P500 cedió un 2,33%, o 62,87 enteros hasta los 2.633,08.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan importantes firmas tecnológicas, concluyó con una pérdida del 3,05% o 219,01 puntos, hasta los 6.969,25 enteros.
Los inversores miran con incertidumbre la tregua comercial de 90 días alcanzada por Washington y Pekín durante la última cumbre del G20.
Viena/Reuters