La paralización, por un fallo judicial, de la construcción de una central térmica en el norte de Chile compromete el desarrollo futuro del país, afirmó ayer el Gobierno, que no obstante reiteró su respeto a la decisión de la Justicia.
“Quiero manifestar mi preocupación por ese tema”, sostuvo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al exponer en un seminario sobre ‘Chile, en camino al desarrollo’, organizado por el Consejo de las Américas.
“Tenemos un desafío energético muy importante.
Respetamos el fallo de la Corte Suprema, pero manifiesto mi preocupación por lo que esto significa respecto al suministro eléctrico, especialmente en el norte de Chile”, subrayó.
El pasado martes, la Corte Suprema acogió un recurso presentado por organizaciones sociales y pobladores de la región de Atacama, y condicionó a nuevas evaluaciones ambientales la continuidad del proyecto de la Central Castilla, del grupo brasileño MPX.
Con una inversión de unos 4.400 millones de dólares, la planta a carbón busca abastecer de electricidad principalmente a los grandes yacimientos mineros del norte chileno.
El fallo “nos pone la vara todavía muy alta.
Vamos a respetar siempre la institucionalidad, a los poderes del Estado, pero eso no quita que podamos manifestar nuestra preocupación”, manifestó Felipe Larraín.
ALTOS COSTOS DE ENERGÍA
El ministro Felipe Larraín dijo que “en Chile tenemos un problema de generación energética, un desafío mayor.
Tenemos costos de energía que son altos respecto a nuestros competidores, tenemos inversiones planteadas en el norte superiores a 20.000 millones de dólares, y esto nos va a llevar a mirar otras alternativas”.