El parlamento de Grecia aprobó el paquete de medidas de austeridad demandado por los socios europeos para iniciar las conversaciones para un nuevo rescate, que Atenas necesita para evitar la bancarrota y mantenerse dentro de la zona euro.
La votación se produjo después de un acalorado debate en el que decenas de legisladores del ala más izquierdista del partido gobernante Syriza se rebelaron contra el primer ministro Alexis Tsipras y se opusieron al paquete, que finalmente fue aprobado con el respaldo de las agrupaciones opositoras.
El paquete pasó la prueba con 229 votos a favor en la cámara de 300 asientos, pero 38 representantes de Syriza se abstuvieron o votaron contra el Gobierno.
Entre quienes se opusieron estaba el ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, el encargado de la cartera de Energía Panagiotis Lafazanis, el viceministro de Trabajo Dimitris Stratoulis y la presidenta del Parlamento Zoe Constantopoulou.
En su intervención, previa a la votación el primer ministro griego, Alexis Tsipras, llamó a la unidad de su grupo parlamentario.
"Yo no haría un favor a nuestros rivales para convertirse en un pequeño paréntesis en el tiempo", dijo Tsipras en alusión a declaraciones del conservador Nueva Democracia, que dijo que el Gobierno izquierdista sería un paréntesis en la historia.
Afirmó que tenía tres opciones en la negociación con los socios, aceptar el acuerdo actual, una quiebra desordenada del país o su salida de la eurozona.
"Las opciones específicas que tenía frente a mí eran: uno, aceptar un acuerdo con el que estoy en desacuerdo; la segunda, la quiebra desordenada, y teníamos una tercera opción, el 'grexit' (salida de
Grecia del euro) consensuado de Schäuble", dijo Tsipras en el Parlamento.
Tsipras recalcó que será el "último" en eludir sus "responsabilidades" y también "el último que facilitará la caída de un Gobierno de izquierdas".
Destacó además que no cree en el acuerdo firmado este lunes en el Consejo Europeo, pero aseguró que el Gobierno se ve "obligado a ponerlo en práctica".
El resultado abre el camino para iniciar conversaciones sobre un tercer rescate con los socios europeos de Grecia, pero genera interrogantes sobre el futuro del Gobierno de Tsipras debido al quiebre al interior de Syriza.
Con información de agencias