El Parlamento italiano aprobó ayer de modo definitivo el plan de ajuste de más de 30.000 millones de euros del primer ministro, Mario Monti, la primera reforma de calado promovida por el Gobierno tecnócrata desde que llegara al poder a mediados de noviembre.
Por 257 votos a favor y 41 en contra, el Senado ratificó el texto mediante una cuestión de confianza planteada por el Ejecutivo para acelerar el trámite, después de que el plan fuera ya aprobado por la Cámara de los Diputados el pasado viernes.
Esta supone la segunda cuestión de confianza a la que se somete con éxito el Gobierno tecnócrata tras su investidura, después de que hiciera lo mismo el pasado viernes en la Cámara de los Diputados para acelerar los trámites de aprobación del plan, pues este recurso permite evitar el debate de las enmiendas.
Una vez más tanto el partido conservador de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), como el de centroizquierda Partido Demócrata (PD) y el llamado ‘Tercer Polo’ de centroderecha dieron su apoyo al Ejecutivo “por responsabilidad”.