En el marco legal del Sistema de Seguridad Social Integral vigente en Colombia, la Ley 100 dispuso en 1993 que durante el transcurso de su vida laboral un trabajador vinculado o independiente puede realizar aportes superiores a los límites mínimos establecidos como cotización obligatoria de manera periódica u ocasional, con el fin de “incrementar los saldos de sus cuentas individuales de ahorro pensional, para optar por una pensión mayor o un retiro anticipado”, señala el documento en su Artículo 62.
De ahí que los fondos de pensión voluntaria sean un mecanismo a través del cual las personas pueden, principalmente, acumular un capital que en un futuro va a complementar la mesada que se recibirá producto de los aportes obligatorios, en importes bajo modalidades flexibles y periódicas. Además de facilitar las cosas para lograr una pensión anticipada.
Su principal diferencia con los fondos de pensiones obligatorias “es que estos se encargan de administrar el ahorro obligatorio de los afiliados dependientes o independientes a lo largo de su vida laboral para asegurar un ingreso mensual en la vejez, mientras que los voluntarios contribuyen al cumplimiento de metas de ahorro o para el aprovechamiento de beneficios en materia tributaria”, explican voceros de Porvenir.
Juan Ignacio Medina, líder de Negocio Voluntario de Protección, afirma que además de ser un complemento a las pensiones obligatorias, “las voluntarias son el medio para cumplir cualquier objetivo, llámese comprar una vivienda más adelante o para la educación superior de sus hijos, ya que los aportes se pueden manejar de acuerdo a las necesidades del afiliado, estableciendo metas de inversión en un tiempo determinado y contando, además, con asesoría profesional”.
Adicional a ello, los recursos del ahorro se administran a través de fondos de pensiones voluntarias en donde cada afiliado tiene una cuenta individual a su nombre en la que acumula el capital, como lo indica la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantía (Asofondos) en su página web.
En ese sentido, la gran mayoría de los fondos de pensiones voluntarias permiten que sus afiliados retiren de manera inmediata y libre sus aportes.
Los recursos obtenidos de las pensiones voluntarias también pueden ser destinados para inversión, por lo que sus afiliados también son considerados accionistas y son quienes eligen portafolios de inversión balanceados, conservadores, moderados o de mayor perfil de crecimiento.
“Dependiendo de su perfil de riesgo y preferencias de inversión, los afiliados tienen la oportunidad de invertir en diferentes instrumentos financieros en Colombia y en el exterior”, señala Porvenir. Adicional a ello, los afiliados a este fondo cuentan con el acompañamiento de profesionales expertos en planeación financiera y certificados ante el Autoregulador del Mercado de Valores.
Por otro lado, en el plan Multinversión de Protección es posible acceder a inversiones en mercados internacionales a través de un plan de ahorro, en múltiples divisas como pesos, dólares, euros, entre otras; con renta fija o variable y realizando aportes mayores a un salario mínimo o sumas únicas de 30 millones de pesos.
Juan Ignacio Medina afirma que los fondos de pensión voluntaria han venido tomando mayor importancia y ha logrado una mayor penetración en los ahorradores colombianos. Esto se puede deber a que el capital ahorrado genera rentabilidades con el tiempo.
“Así mismo, el fondo de pensión voluntaria permite que una porcentaje de los ingresos anuales del inversionista sean considerados recursos exentos, los cuales se pueden no ser tenidos en cuenta para la base de liquidación de la declaración de renta y efectos tributarios”, agrega el vocero de Protección.
Cabe destacar que, a agosto de 2017, un total de 603.650 colombianos están afiliados a los principales fondos de pensiones voluntarias como Colfondos, Old Mutual, Protección y Porvenir; siendo estos dos últimos las entidades que tienen el mayor número de beneficiarios con 319.780 y 164.490, respectivamente.