El presidente chino, Xi Jinping, dijo ayer que el crecimiento “ultrarrápido” de la economía del país en los últimos años no podrá mantenerse en el futuro.
“No creo que sea posible mantener un crecimiento económico ultrarrápido y tampoco es lo que queremos”, dijo Xi en el Foro de Boao, la reunión económica más importante de Asia que concluyó ayer tras tres días de conferencias entre líderes económicos y políticos de los cinco continentes.
Desde que China se abrió a la economía de mercado ha mantenido de media un crecimiento anual del 9,9 por ciento, recordó Xi, “algo que se ha visto pocas veces en la historia del desarrollo económico en el mundo”.
En el 2012, la economía china creció 7,8 por ciento, su ritmo más lento en los últimos 13 años, a causa de la debilidad del consumo interno y de algunos de sus principales mercados en el extranjero. Para este año, el Gobierno fijó un objetivo de crecimiento del 7,5 por ciento, el mismo que el año pasado.
En el evento, muchos líderes le pidieron a China cambiar su modelo económico y asumir la responsabilidad de ser, de una vez, motor del crecimiento global.
La necesidad de que China deje de ser una fábrica dedicada a la exportación, estimule su consumo y contribuya a impulsar la economía mundial fue una de las ideas que marcó las conferencias, que contaron con una docena de presidentes y primeros ministros, así como personalidades como George Soros.
Este último, magnate estadounidense, lo resumió con la frase: “China ha sido el principal motor de crecimiento de la economía global, pero un motor más pequeño que el que suponían los consumidores estadounidenses”.
“Esa es una de las razones por las que el crecimiento mundial ha sido tan anémico”, afirmó el filántropo, quien resaltó que el gigante asiático “ha de cambiar su modelo de crecimiento y no puede depender ya más de las exportaciones, porque el mundo no puede absorber un superávit comercial crónico chino”.
La directora general del FMI, Christine Lagarde, alertó también un posible agotamiento del exitoso modelo de crecimiento, que aunque ella denominó “asiático” estaba claramente dirigido a la potencia asiática.
CHINA PIDE AL FMI MÁS RESONANCIA PARA LOS PAÍSES EMERGENTES
El presidente de China, Xi Jinping, le pidió a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dotar de más resonancia en esa organización a los países emergentes y en desarrollo. Según Xi, con ello se ayudaría a “estimular la contribución de esos países a la recuperación mundial y al crecimiento”.
El recién posesionado mandatario señaló en el encuentro que los distintos países deben coordinar más sus políticas macroeconómicas, además de centrarse en el desarrollo en un momento de “prolongada incertidumbre económica global”.