Los ecuatorianos deciden hoy si facultan al presidente Rafael Correa para reformar la justicia y regular la prensa en un referendo que servirá para medir la confianza del electorado en el mandatario, en medio de denuncias de la oposición sobre los riesgos de una concentración del poder.
La consulta fue originalmente una respuesta del Gobierno a la preocupación de los ecuatorianos por la delincuencia, pero Correa aprovechó para incluir en ella otros asuntos, como la creación de un Consejo de Regulación para la prensa, que llevaba más de un año atascado en la Asamblea Nacional.
“En el fondo (Correa) va a tener más poder” si gana el “sí”, según Gabriel García, profesor de la Universidad Técnica Particular de Loja.
Pero ante el “profundo desencanto” con el sistema judicial a la gente no le importa otorgarle a Correa más facultades si él acomete la reforma pendiente, opinó García.
El referendo propone que el Consejo de la Judicatura, el órgano que gobierna el sistema judicial, esté compuesto durante un año y medio por un representante de Correa, uno de la Asamblea Nacional, donde tienen la voz cantante los aliados del presidente, y un tercero por la Función de Transparencia y Control Social, en la que el mandatario también cuenta con influencia, según los expertos.
Eso le dará potestad a Correa para “meter la mano en la justicia”, como él mismo ha dicho. La consulta consta de diez preguntas, algunas de ellas muy complejas.
Por ejemplo, la número 5, con sus anexos, ocupa ocho páginas de un panfleto editado por el Consejo Nacional Electoral.
Por ello, algunos analistas creen que muchos ecuatorianos votarán según aprueben o no a Correa, que fue elegido en el 2006 y ha dado al país una estabilidad política que no conocía desde hacía mucho.
“El referendo va a medir la confianza en el presidente”, opinó Juan Carlos Donoso, coordinador del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de San Francisco de Quito.
En este sentido, Correa lleva las de ganar, pues su índice de aprobación ronda el 65 por ciento tras cuatro años de gobierno.
En comparación, la oposición está fragmentada y carece de un líder claro. Su principal argumento por el “no” ha sido denunciar que Correa atenta contra la independencia de poderes y quiere que los medios de comunicación se plieguen a sus deseos.
Correa logrará imponer una “dictadura perfecta”, disfrazada de “ropaje constitucional” si gana el referendo del sábado, pues conseguirá subyugar “las dos instituciones que todavía no controla enteramente: la justicia y la prensa”, afirmó el ex presidente Osvaldo Hurtado.
Durante la campaña, además, se ha agudizado la pugna entre algunos medios de prensa privados y Correa, que los acusa de “mentir” y ser “corruptos” y ha demandado a El Universo, el mayor diario del país, y a los autores de un libro sobre supuestas irregularidades en contratos públicos adjudicados a su hermano mayor, Fabricio.
Esos medios desconfían del Consejo de Regulación propuesto en la consulta para controlar los contenidos de violencia, sexuales o discriminatorios en la prensa. Aunque la pregunta no especifica quiénes serán sus miembros, Correa ha adelantado que los medios no tendrán representantes en él, pero sí el Gobierno, por ser su principal “víctima”.
Otra pregunta prohíbe a la prensa poseer negocios fuera del ámbito de la comunicación.
A juicio de Alfonso Espinosa de los Monteros, vicepresidente de noticias del canal Ecuavisa, la meta de Correa es impedir que cualquier grupo empresarial que no sea de comunicación compre las estaciones de televisión TC y Gama TV, incautadas a banqueros durante la crisis financiera de 1999 y que hace varios años el Gobierno prometió vender.
En cambio, el Presidente mantiene que esa prohibición es necesaria para acabar con “conflictos de intereses”, lo que encuentra eco entre los ecuatorianos, que creen que el manejo de algunos medios por parte de la banca agravó la crisis de 1999.
Oposición de Ecuador pide a observadores vigilancia ‘neutral’
Asambleístas de oposición en Ecuador solicitaron a los observadores internacionales que vigilarán hoy las votaciones de la consulta popular que hagan su trabajo de una manera “objetiva” y “neutral”.
“Ojalá la observación que hagan ellos sea objetiva, neutral y que recojan los elementos de juicio” esgrimidos por la oposición, señaló el asambleísta opositor Andrés Páez, que acudió a un taller del Consejo Nacional Electoral (CNE) con los delegados de organismos extranjeros que vigilarán las votaciones.
De su lado, el mexicano Manuel Carrillo, que forma parte de la misión de Organismos Electorales de América, prefirió no pronunciarse sobre los temores de la oposición y dijo que la misión hará una observación prolija sobre el proceso de votaciones, agregó que hay muchos controles y los actores tienen representantes en las mesas de votación.