América Latina y el Caribe crecerán en torno a un tres por ciento este año, en línea con la desaceleración mundial, pero la región destaca por sus niveles históricamente bajos de desempleo, con una media del 6,5 por ciento en el 2011, casi la mitad respecto a hace justo una década.
“En verdad, la economía latinoamericana se está desacelerando”, la tasa media ha caído en unos tres puntos porcentuales, tras el seis por ciento que llegó a registrar en el 2010, explicó Augusto de la Torre, economista jefe para América Latina del Banco.
La recesión europea, la desaceleración china y los propios ciclos económicos internos de la región explican esa caída, estimó de la Torre. América Latina y el Caribe crecieron un cuatro por ciento en el 2011.
En su informe semestral de previsiones, a una semana de su asamblea anual que se celebrará en Tokio, el Banco se centró en la perspectiva del empleo, que para la región luce optimista a medio plazo.
La región creó unos 35 millones de empleos en la pasada década, y el trabajo informal declinó en siete de nueve países donde se puede analizar de forma regular.
El resultado, histórico, es que “la desigualdad del ingreso está creciendo en todo el mundo, pero en América Latina está cayendo”, destacó de la Torre.
El coeficiente Gini, un método que mide la desigualdad social, ha caído en 4,2 puntos entre 2000 y 2010.
“Por los menos desde que hay cifras (consistente), este es un fenómeno sin precedentes”, explicó de la Torre, quien advirtió que aún queda camino por recorrer.
Las mujeres accedieron masivamente al mercado laboral, la tasa media de escolarización se alargó tres años más respecto a los años 2000, la lucha contra la inflación permitió estabilizar los salarios, explica el Banco.
Pero todos esos aspectos son parciales a la hora de explicar la reducción de la desigualdad.
Por un lado, los latinoamericanos con título universitario ganan aún más que los que no lo tienen, pero que las diferencias se están reduciendo de forma apreciable.
El acceso a la educación superior se ha ido expandiendo, pero ahora la calidad debe mejorar.
Y, por otro lado, la explosión de la demanda exterior de materias primas de la región “ha ido desplazando la demanda laboral hacia sectores donde la demanda de educación es menor”, explicó el jefe economista regional.