El comienzo de obras para la construcción de viviendas en Estados Unidos aumentó un 15,7 por ciento en julio y alcanzó el nivel más alto en ocho meses, lo que trajo un aire de optimismo al sector inmobiliario.
De acuerdo con el Departamento de Comercio, en junio los trabajos en este campo habían alcanzado un ritmo anual de 945.000 unidades y en julio subió a 1,09 millones de unidades.
En buena medida, este dato refleja el fortalecimiento del mercado laboral y los bajos costos de los préstamos hipotecarios. Sin embargo, los analistas señalan que el negocio inmobiliario sigue enfrentado a la cautela de los consumidores, dictada por el escaso aumento de los sueldos. El dato sobre la construcción de viviendas ayudó a subir las cotizaciones en los mercados: el índice Standard and Poor de 500 empresas, el Dow Jones y el Nasdaq se incrementaron todos un 0,2 por ciento tras conocerse el informe del Gobierno que superó las expectativas de los analistas, que habían calculado un aumento del comienzo de obras a una tasa anual de 975.000 unidades.
La construcción de viviendas unifamiliares, que representa tres cuartas partes del mercado, aumentó un 8,3 por ciento para llegar a un ritmo anual de 856.000 unidades, el nivel más alto desde diciembre.
Por su lado, la construcción de unidades multifamiliares, es decir, edificios con cinco o más viviendas, aumentó 33 por ciento y llegó a una tasa de 423.000 unidades anuales, el nivel más alto desde enero del 2006.
Otro signo positivo en el informe es el incremento de los permisos de construcción, un dato que se considera indicador de la actividad futura. En julio, los permisos aumentaron un 8,1 por ciento y alcanzaron una tasa anual de 1,05 millones.
CAMBIO DE TENDENCIA
Todo esto hace ver que el mercado inmobiliario está recuperando su fortaleza tras haber sido golpeado el año pasado por un alza de las tasas de interés.
Una escasez de oferta de propiedades para la venta también elevó los precios y puso a las viviendas fuera del alcance de muchos potenciales compradores.
En un informe separado, el Departamento del Trabajo dijo que su Índice de Precios al Consumidor subió un 0,1 por ciento el mes pasado, ya que un declive en los costos energéticos contrarrestó parcialmente un alza en los alimentos y las rentas.
El IPC se había incrementado un 0,3 por ciento en junio. En los 12 meses, a julio, el IPC se incrementó un 2 por ciento tras avanzar 2,1 por ciento en junio. Sin contar los precios de alimentos y energía, que son más volátiles, el llamado IPC subyacente subió 0,1 por ciento tras un avance similar en junio. En los 12 meses, a julio, el IPC subyacente subió 1,9 por ciento tras un alza del mismo margen en junio. La inflación se aceleró un poco desde mayo a junio.
Agencias
