El consorcio encargado de la ampliación del canal de Panamá, liderado por la constructora española Sacyr, amenazó con interrumpir las obras si las autoridades gestoras del canal no acceden a un pago suplementario de 1.600 millones de dólares en un plazo de 21 días.
Sacyr, que dirige el consorcio internacional Grupo Unidos por el Canal (GUPC), dijo que “procederá a la suspensión de los trabajos si los incumplimientos denunciados no son remediados dentro del periodo de preaviso”, en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) española.
El miércoles, el administrador del canal, Jorge Quijano, rechazó “de manera categórica” las presiones del GUPC “con el único propósito de forzarnos a negociar fuera de los términos establecidos en el contrato”.
En el consorcio GUPC participan Sacyr, la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana.
Los trabajos, que tienen un costo total de 5.200 millones dólares, 3.200 de ellos para GUPC, comenzaron en el 2009 y estaba previsto que terminaran en octubre del 2014, pero llevan un retraso de nueve meses.
Sacyr denuncia “incumplimientos graves” en el contrato por parte de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), y cifra el importe global de las reclamaciones en 1.625 millones de dólares. “Son costes imprevistos, muchos y de diferentes clases en una obra de tal magnitud”, dijo la compañía.
PANAMÁ RESPONDE
El presidente panameño Ricardo Martinelli, rechaza los sobrecostos planteados, y dijo que el consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC) debe respetar los términos del contrato original, “No puede ser que una empresa meta una cantidad de sobrecostos tan alta... ellos pusieron un precio
MADRID/AFP