El ingreso de un mayor número de personas no bancarizadas al mundo financiero, la mayoría de las veces a través de una tarjeta de crédito otorgada por un establecimiento comercial, llevó a que se disparara el consumo con el llamado dinero plástico, el año pasado, en las economías emergentes, de las cuales hace parte Colombia.
El más reciente informe de Euromonitor Internacional ‘Perspectivas de medios de pago en economías emergentes’, señala que del consumo total con tarjetas de crédito en el mundo, unos 1.171 billones de dólares, cerca del 61,5 por ciento lo aportaron esas economías, en tanto 451.000 millones fueron de los países desarrollados.
Para muchas de estas personas no bancarizadas, la tarjeta se convierte en la puerta de entrada al mundo del crédito, pero destaca el informe; no son precisamente las otorgadas por una entidad financiera, sino las colocadas por los establecimientos comerciales, como las grandes superficies.
Los consumidores de Colombia y Brasil, en su orden, fueron los más dependientes de este tipo de tarjetas en el 2012, con más del 9,5 por ciento como porcentaje de los pagos efectuados; le siguieron México y Argentina con 7 y 6,9 por ciento, respectivamente.
GRANDES SUPERFICIES Y SUS PLÁSTICOS
El estudio indica que los grandes comercios (almacenes por departamentos, hipermercados y supermercados) han sabido capitalizar su estrecha relación con los clientes para ofrecerles este medio de pago, en especial a aquellos de menores ingresos, que a su vez son los menos bancarizados.
“Las razones por las que los consumidores evitan el sistema financiero tradicional son similares en todos los mercados: falta de comprensión de los productos financieros, desconfianza en las instituciones, fuerte apego al dinero o una infraestructura de pagos inadecuada”, agrega el estudio. Se estima que de las 11,5 millones de tarjetas de crédito que hay en el país, cerca de 30 % están asociadas a grandes superficies.