En la antesala de la reunión de la Junta Directiva del Banco de la República de mañana, está abierto un claro antagonismo entre el Gobierno y el Emisor sobre las compras de dólares para que la divisa no baje más.
El Gobierno planteó que se aumenten de 20 a 54 millones de dólares diarios las compras de divisas, mientras que el banco argumenta que esa alternativa pone en riesgo su credibilidad y el cumplimiento de su política monetaria.
Esta posición, a juicio de analistas, ha llevado a que la Dirección del Tesoro Nacional sea más agresiva con su intervención en el mercado, al punto que en las últimas dos semanas compró 500 millones de dólares, lo que sitúa el dólar en 1.812,88 pesos.
El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, dijo que esta intervención se hace en adición a la compra de dólares del Emisor, demostrando que el Gobierno tiene capacidad suficiente para acumular en el exterior excesos de liquidez.
Christian Lancheros, analista de mercados internacionales y divisas de la firma comisionista Acciones y Valores, dice que las probabilidades de unas mayores compras por parte del Emisor se reducen con los efectos que está teniendo la intervención del Gobierno en el mercado.
Agrega que unas compras de dólares más agresivas llevarían al banco a adoptar medidas adicionales para ‘recoger’ los pesos que por esa vía están llegando a la economía, lo que hasta el momento no ha sido necesario.
Para el Emisor, una acción más agresiva sobre el mercado cambiario significa asumir un mayor costo, pues hoy cada 100 millones de dólares adquiridos le representan un costo al banco de 9.000 millones de pesos si fuera necesario esterilizar.
¿POR QUÉ SÍ COMPRAR MÁS?
El Gobierno dice que las reservas internacionales están por debajo del nivel óptimo, estimado en 54.000 millones de dólares, que permitiría enfrentar los efectos de una crisis que detenga el flujo de capitales hacia el país.
Con las reservas actuales, unos 34.239 millones de dólares, se pueden acumular 13.000 millones con compras diarias de 54 millones. Un informe del Departamento de Investigaciones del Banco de Bogotá indica que Colombia requiere aumentar su saldo de reservas internacionales pues, en materia de riesgo, resultaría preferible tomar precauciones adicionales por el momento mundial.
¿POR QUÉ NO COMPRAR MÁS?
Para el gerente del Emisor, José Darío Uribe, la apreciación del peso no se controla solo con medidas monetarias o cambiarias, por lo que es necesario adoptar otras soluciones de mediano y largo plazo que aumenten el ahorro, mejoren la productividad y agreguen valor, como temas de innovación.
En su opinión, “nunca se hacen compras de reservas en magnitudes que erosionen la credibilidad y reputación del banco central”, pues esto dificulta lograr las metas de la política monetaria y llevaría a medidas para restar la liquidez que entra a la economía, lo que encarecería el crédito.