Tanto mujeres como hombres, y más en el plano ejecutivo, se diferencian al momento de asumir un cargo de mando y en la forma de ejercer funciones y dirigir.
Así, existen cualidades y competencias que los diferencian a la hora de asumir la coordinación grupos de trabajo.
Así mismo, un estudio de Alta Gestión descubrió que el 68 por ciento de los trabajadores se muestra indiferente ante la preferencia de tener un jefe hombre o mujer, pero es claro que su manejo frente al mando sí tiene diferencias
Se ha dicho que las mujeres tienden a ser más organizadas y que tienen gran capacidad de planeación, lo que se considera como una cualidad, que denota productividad y genera confianza. Igualmente, “las mujeres resultan tener más sensibilidad y buscan involucrarse de manera comprometida con el equipo”, indica Natalia Bonilla, consultora Junior de E-Hunters, empresa de consultoría especializada en selección de ejecutivos para cargos profesionales y de gerencia.
Ahora bien, los hombres, explica Bonilla, pueden actuar de forma más independiente y teniendo una estrategia que les permita resultados, y cuentan con gran capacidad de delegar y brindar confianza entre sus colaboradores.
Sin embargo, estas características o lineamientos de mando no se pueden generalizar, pues como lo explica Bibiana Vargas, líder de Selección y Efectividad Organizacional en Seres Consulting, “no hay que dejarse guiar por el imaginario de la mujer maternalista, que no es capaz de hacer llamados de atención y el hombre fuerte que sólo se orienta a resultados y tiene grandes ambiciones y una visión exitosa”.
Es por esto que, como lo indican las expertas, las características pueden variar de un cargo y de una empresa a otra, ya que las condiciones laborales, el sector y el negocio no son los mismos y la elección del perfil, ya sea de hombre o mujer, varía de un equipo de trabajo a otro.
Finalmente, hay que decir que la dirección y el mando va más allá del género, ya que lo que influye son las competencias personales para asumir el cargo, con liderazgo y un poder de comunicación para trabajar adecuadamente con los equipos correspondientes en cada área.