Expertos en finanzas personales recomiendan como un hábito saludable para la economía de una persona y de un hogar hacer un presupuesto lo más detallado posible, para tener muy claro cuáles gastos se cubren con los ingresos disponibles. En ese presupuesto, por lo general se ven rubros como vivienda, servicios públicos, transporte, salud, mercado, educación, entre otros, y por lo general entre ese tipo de rubros se distribuye el dinero disponible.
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Sin embargo, existen otro tipo de gastos que pasan desapercibidos en muchas ocasiones porque entran a hacer parte de la cotidianidad, o porque son tan pequeños que nadie espera que le afecten sus cuentas. Esos son los microgastos y hay que tener cuidado con ellos.
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FÁCILES DE IDENTIFICAR
De acuerdo con Alejandro Useche, director de la Maestría en Administración de la Universidad del Rosario y experto en finanzas personales, los microgastos son en general esas pequeñas cosas que compramos en el día a día, muchas de ellas relacionadas con comida, como un tinto, una gaseosa, un paquete de dulces, el cigarrillo (para los que fuman), entre otros. Son esos pequeños gastos que tienen que ver mucho con lo cotidiano, y que por su reducido monto en un principio no llaman la atención ni generan alertas de riesgo en las finanzas.
“Algunos aspectos sociales también cuentan como microgastos: reuniones o eventos sociales que implican gastos en transporte, en consumo en general. No son recurrentes, pero cuando ocurren generan una reducción en el dinero disponible”, explica Useche.
¿POR QUÉ SON PELIGROSOS PARA LAS FINANZAS?
En primer lugar, como se dijo antes, por lo general no están registrados en el presupuesto, por lo que es difícil hacerles seguimiento y saber cuánto gasto se acumula de tinto en tinto, de paquete en paquete, de antojo en antojo.
Por ejemplo, un paquete de pasabocas que tiene un costo promedio de 1.700 pesos. Uno al día, por calmar el antojo. A la semana son cinco paquetes, sin contar sábado y domingo, ahí ya se gastaron 8.500 pesos. Si este comportamiento ya es un hábito, al mes se habrá gastado 34.000 pesos en pasabocas.
Puede que para algunos 34.000 pesos no sea una suma significativa, pero para otras personas con un ingreso más limitado puede que lo sea. Incluso, sin hablar de niveles de ingresos, con esos 34.000 pesos mensuales podría pagar 17 pasajes del SITP zonal, en Bogotá, o en la universidad puede servirle para varios paquetes de copias. Incluso, puede pensar en ahorrar ese dinero para un objetivo mayor a mediano o largo plazo. También los puede invertir.
“Las personas a veces piensan que esos pequeños gastos no van a afectar objetivos más grandes, como su nivel de vida, su capacidad de ahorro, sus inversiones, pero ahí se está cometiendo un error grande. La sabiduría popular es muy precisa en eso. Hay un dicho que dice “cuide los centavos porque los pesos se cuidan solos”. Debemos cuidar esas cosas pequeñas porque ahí es donde se empieza a acumular riqueza”, explica el profesor Alejandro Useche.
Agregó que “los microgastos son uno de los puntos más débiles que creo la sociedad en general tiene y que le evita lograr objetivos grandes de largo plazo”.
¿CÓMO MANEJARLOS?
El primer paso es identificarlos. De nuevo entra el papel importante del presupuesto. Si bien no se contempló entre las cuentas cuando se hizo la distribución del ingreso entre los diferentes gastos, al final del día vale la pena hacer el ejercicio de registrar en el presupuesto los pequeños gastos que tuvo mientras aún los recuerda. De esta forma los identificará a medida que pasan los días.
El segundo paso es tomar decisiones frente a esos microgastos. Con el registro que lleva en el presupuesto podrá evaluar si esas pequeñas compras son de verdad necesarias o si puede vivir sin ellas. Además podrá darse cuenta de todo lo que suman esos microgastos.
Después puede empezar a pensar en otros posibles usos que puede tener ese dinero. El ahorro o la inversión pueden ser uno de ellos.
Alejandro Useche afirma que el ahorro no solo puede venir de esos momentos en el que se tiene algún dinero y al ver que se cubrieron todos los gastos quedó una parte importante para ahorrar. Desde pequeños montos, como los que se van en microgastos, se puede empezar a ahorrar. “Hacer estos pequeños gastos sin control, sin planeación, es lo que nos van alejando poco a poco de cumplir esas metas financieras que nos ponemos”, afirma.
“Algo muy interesante es que uno podría pensar hoy en alternativas de ahorro informal, como decir que en lugar de comprar esa golosina mejor tomo esta moneda de 500 y la meto en la alcancía. Sino que también las entidades financieras están ofreciendo acceso a activos muy interesantes con inversiones relativamente pequeñas. Hoy los que se han denominado FIC (Fondos de Inversión Común) están aceptando inversiones de 20.000 pesos o de 50.000 pesos, en activos que antes era muy difícil adquirir, como títulos de renta fija o variable, acciones” señala Useche, refiriéndose a las posibilidades que hay para manejar esos recursos cuando se logran controlar los microgastos.
Julián Calderón H.
julcal@eltiempo.com