Colombia se encuentra en una coyuntura particular para el progreso económico y social. Los avances que se han logrado en la negociación con los grupos armados, que involucran el posible cese al fuego, traerán consigo un gran número de colombianos que podrán hacer parte del desarrollo nacional a través de su participación en la formalidad.
El aporte en capital humano y capital social en las comunidades alrededor del país será un efecto de ello.
En ese sentido, involucrar a esta población en edad de trabajar en los sectores fuertes de la economía brindaría no solo nuevas oportunidades para reinsertarse en la vida civil, sino también nuevas rutas económicas en las regiones del país. Así, los sectores de industria, agro y turismo, catalogados como los de la “nueva economía”, resultan fundamentales como ejes de dinamismo durante el posconflicto.
Estos tres sectores han sobresalido durante los últimos años a la hora de entender los motores que han jalonado el crecimiento. Según ProColombia, el segmento turístico ha mantenido una tasa de crecimiento alrededor del 12 por ciento durante los últimos 10 años, lo cual se ha visto reflejado en el número de visitantes extranjeros en el país.
Por eso, en este sector se encuentra una oportunidad de inversión en capital humano y de socialización en las regiones, que requiere de mano de obra calificada relacionados con los servicios turísticos y que obedece a dinámicas culturas particulares. Más aún, en la medida en que muchos lugares en el país tradicionalmente no turísticos van a convertirse en destinos de viaje.
Por otro lado, se considera que la participación del sector industrial y de la agricultura en el Producto Interno Bruto (PIB) aumentaría tanto en un escenario optimista de los procesos de negociación de la paz como en un escenario negativo, si se supone que ambos sectores impulsan de igual manera los dividendos del PIB.
Según las proyecciones realizadas por Hofstetter (2016), bajo este supuesto, la participación del sector agrícola pasaría del 6 por ciento en el 2015 al 11 por ciento en el 2025 en un escenario positivo; y en un escenario negativo esta cifra correspondería al 9 por ciento.
Por su parte, para ambos escenarios del sector industrial la proyección tiende a converger alrededor del 10-11 por ciento en el 2025, mucho mejor que el actual nivel del 4 por ciento.
El país requiere en la actualidad de la cooperación integral de todos los colombianos y del apoyo de los sectores productivos para impulsar la paz y el desarrollo regional. Si bien el crecimiento de la economía colombiana ha logrado posicionarse en cifras estables, esta podría aumentar hasta su crecimiento potencial con el fortalecimiento de la nueva economía. Esto es brindar mejor calidad de vida a los colombianos y ser plataforma de progreso social de manera incluyente.
Ricardo Rojas Parra
Economista - Profesor universitario
riropa@portafolio.co
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Modelo económico
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