El sueño americano para el acero y el aluminio nacional parece temporalmente truncado desde el 23 de marzo pasado, cuando los aranceles de 25% y 10%, respectivamente –impuestos por el presidente estadounidenses Donald Trump– entraron en vigencia.
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Según Juan Manuel Lesmes, director ejecutivo de la Cámara de Fedemetal de la Andi, algunas empresas de los sectores de acero largo y tubería tenían previsto crecer más de 30% en exportaciones a Estados Unidos, antes de que impusieran los nuevos gravámenes.
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“Soy optimista de que el país pueda quedar excluido de los aranceles, ya que viene la Cumbre de las Américas y la visita del presidente Trump”, señaló Lesmes, quien complementó que en Colombia siete empresas hacen más del 95% de las exportaciones de acero, tubería metálica y productos de aluminio.
Según el dirigente “Colombia es un país amigo de los Estados Unidos; los dos países cuentan con un Tratado de Libre Comercio; y Colombia no triangula material chino en sus exportaciones. Cabe señalar que nuestro país ha tenido que defenderse de la competencia desleal y ha impuesto numerosas medidas antidumping y salvaguardias”.
Igualmente, enfatizó que Colombia, a través de la Andi ha participado en todas las reuniones de sobrecapacidad de producción de acero en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), tema que es exigido por el país norteamericano para ser excluido de la medida.
“Estos son motivos muy claros que EE. UU. debería considerar, además las exportaciones de Colombia a los Estados Unidos, en las subpartidas cobijadas por la 232, las cuales son excesivamente bajas (0,12 de lo que ellos importan) y no impactan ese mercado”, argumentó Lesmes.
Para María Juliana Ospina, directora del Comité Colombiano de Productores del Acero “con la imposición del arancel del 25% en Estados Unidos, las importaciones que llegaban a dicho país buscarán nuevos destinos con aranceles bajos, como Colombia, lo cual afectaría gravemente a la industria nacional”.
Para la dirigente y el director de Fedemetal: “Lo anterior implica que 12,5 millones de toneladas, no podrán ingresar al mercado norteamericano. Esto equivale a 6,6 veces la producción total colombiana, 5,6 veces lo que el país importó el año anterior y 3,5 veces el consumo aparente colombiano de un año. Como se aprecia, es necesario evitar que esas toneladas ingresen al país, por el tremendo daño que ocasionarían”. Afirman los dos dirigentes gremiales que “independiente de que las materias primas no hayan bajado, el sobrante de 12,5 millones, se venderán seguramente a precios de saldo”.
Para María Juliana Ospina, a lo anterior hay que agregar que “en los últimos años se ha presentado una sobreoferta de acero en el mundo que ha venido afectando seriamente a la industria nacional. China aumentó su capacidad de producción de acero crudo más no su consumo interno, esto generó una sobre capacidad de más de 300 millones de toneladas, volumen que ha creado graves distorsiones, desvíos de grandes cantidades de material y afectaciones con productos en precios de dumping, principalmente en los mercados latinoamericanos”.
La Unión Europea y México ya han reaccionado de manera inmediata al adoptar medidas para contrarrestar el desvío del comercio resultado de la medida 232 impuesta por Estados Unidos. La Andi, junto con el Gobierno Nacional, están explorando diferentes alternativas, para mitigar este efecto.