Cuando las grandes tiendas de comercio empezaron a dar crédito a sus clientes, la cadena Flamingo de Medellín llevaba años con su estrategia de ‘fiar’ en sus tiendas.
Esa experiencia es la que espera que marque la diferencia con los locales que empieza a extender en Bogotá y otras zonas del país, donde los conceptos del crédito y de tiendas por departamento no son novedad.
José Alejandro Restrepo, gerente general de Flamingo, señala que la cadena lleva 65 años de experiencia en el tema de crédito a estratos medios y bajos.
“De alguna forma hemos desarrollado un now how o conocimiento de esa clientela que nos permite otorgar los créditos”, dice.
En la relación con los clientes, también cuenta la confianza porque pagan cumplidamente por el hecho de haber creído en ellos, dice.
La cadena espera llegar con sus productos a clientes que encuentran en ese sistema la posibilidad de comprar lo que quieran porque no tienen dinero efectivo para cumplir esas aspiraciones, asegura.
“Esas son las variables de la ecuación para que el negocio sea exitoso”, dice Restrepo.
A su juicio, en últimas, el diferenciador con los competidores será, por ejemplo, conquistar población no bancarizada.
Eso explica que además de la tienda que abrió en Centro Mayor desde este fin de semana, también considere que otra plaza de interés es Soacha, donde espera llegar en el 2016 gracias a un acuerdo con Conconcreto en un nuevo centro comercial.
Este año, Flamingo tendrá cuatro tiendas nuevas. Con la que abrió en Villavicencio y en Bogotá, vienen otras dos en Valledupar y en Piedecuesta (Santander), con lo que completará 15 en el país. Las inversiones de este año en aperturas suman 10 millones de dólares.
Para el 2015 el objetivo es abrir en un punto en Medellín y estabilizar las aperturas del 2014.
La compañía espera que entre el 2019 y el 2020 complete unas 22 tiendas en todo el país.