Las directivas de Banorte, una de las instituciones financieras más sólidas de México, le vienen haciendo un seguimiento detallado al desarrollo económico colombiano, no sólo porque saben que se trata del segundo socio comercial del país azteca, sino porque cada vez es mayor el número de empresarios mexicanos interesados en ampliar sus operaciones en Colombia.
Es bajo esa perspectiva que el director general del Grupo Financiero Banorte, Alejandro Valenzuela, quien estuvo en Cartagena en el marco del XI Congreso de Soluciones Tecnológicas Avanzadas para el Sector Financiero Latinoamericano, CL@B 2011, vislumbró oportunidades de negocios con instituciones financieras colombianas en un futuro.
Banorte es una de las entidades más sólidas de México, ¿han analizado la posibilidad de traer sus negocios a Colombia?
Banorte está enfocado en aprovechar las oportunidades de bancarización que ofrece el mercado mexicano.
Somos conscientes de la importancia económica de Colombia, es el segundo socio comercial de México en Suramérica (en el primer semestre de 2011 el comercio bilateral creció 48 por ciento), sin desconocer que muchas empresas mexicanas tienen importantes operaciones acá.
En el futuro, seguro habrá numerosas oportunidades de negocios relacionadas con Colombia y sin duda con sus instituciones financieras.
¿Cómo ve la salud de la banca en América Latina?
Goza de buena salud. En parte, reflejo de la situación económica positiva de América Latina, cuyo crecimiento el Fondo Monetario Internacional sitúa en 4,6 por ciento para el 2011, contra 2,2 por ciento de las economías avanzadas.
Pero no sólo es un tema coyuntural.
Las lecciones aprendidas por los bancos y reguladores de la región en crisis anteriores permitieron que el sistema financiero latinoamericano saliera bien librado de una de las peores crisis financieras globales de la historia.
La banca latinoamericana es más sólida, rentable y dinámica que la estadounidense o europea.
Según el FMI, el índice de capitalización promedio de las cinco principales economías de América Latina se ubica en 16,7 por ciento, contra 14,3 por ciento en la banca de los países del G-7.
A su vez, el retorno sobre capital promedia 24,8 por ciento en ese grupo latinoamericano comparado con 8 por ciento en los bancos del G-7.
Uno de los mayores retos es avanzar en la profundización financiera en la región…
Sin duda es un tema donde la región presenta rezagos importantes. Dicho eso, me parece que se han registrado avances y es un tema prioritario que está en la agenda tanto de los bancos como de los gobiernos.
Se han instrumentado nuevos modelos de negocio que facilitan la provisión de servicios a grupos subatendidos, como los corresponsales bancarios y los microcréditos.
También los avances tecnológicos permiten el desarrollo de nuevos canales, como la banca a través de la telefonía móvil.
¿Cómo puede esa tecnología contribuir a una mayor bancarización?
Este factor es clave. La capacidad para llevar a cabo transacciones bancarias a través de teléfonos móviles es un buen ejemplo.
En América Latina y el Caribe, el número de líneas de telefonía móvil por cada 100 habitantes pasó de 67 en el 2007 a 98 en el 2010, es decir, la cobertura es casi universal. Esto implica que por medio de este canal la banca puede atender a casi todos los hogares, incluso cuando no tengan una sucursal cerca.
¿Qué nuevos adelantos en materia financiera se esperan en el corto y mediano plazos?
Todos los bancos trabajamos para ofrecer a nuestros usuarios un servicio más ágil, eficiente y seguro a través de todos los canales.
Esto implica mejorar la funcionalidad de canales nuevos, como la telefonía móvil e Internet, así como procesos más ágiles en canales tradicionales. Por ejemplo, ya es común que los usuarios puedan solicitar créditos personales a través de cajeros automáticos o hacer transferencias entre cuentas bancarias vía Internet a muy bajo costo, cosas que hasta hace poco sólo se podían hacer en una sucursal física.
Sin embargo, es importante notar que para ofrecer un mejor servicio, es necesario llevar a cabo cambios en áreas fuera del control de la banca, como en la regulación del sector o servicios públicos como los registros de propiedad y un manejo más expedito de temas judiciales.
EQUILIBRAR EL CRECIMIENTO
Para Alejandro Valenzuela, director general del Grupo Financiero Banorte, entre los retos que tiene la banca frente a la globalización, está el equilibrar el crecimiento de los servicios que se ofrecen con las medidas que se están tomando para evitar los problemas de sobre apalancamiento observados durante la crisis que comenzó en el 2008.
“El nuevo estándar mundial de capitalización de la banca, promulgado por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (conocido como Basilea III), busca –en términos generales– que los bancos eleven la cantidad de capital que mantienen para enfrentar los diversos riesgos asociados con sus actividades”.
Carlos Arturo García
Economía y Negocios