La explotación de oro en Antioquia se realiza en medio de las balas y la violencia, por cuenta de la oposición de la banda criminal de los ‘Úsuga’ a los proyectos y formalización de los mineros que adelantan las compañías Continental Gold y Gran Colombia Gold, en los municipios de Buriticá y Segovia, respectivamente.
Los directivos de una y otra minera ya fueron declarados objetivo militar por los ‘Úsuga’, quienes los acusan de ser enemigos de la población, explotar a los mineros y les exigen el cierre de las minas.
Una autoridad del departamento dio a conocer que en la mina de oro de la compañía Continental Gold, en el municipio de Buriticá, es tal la situación que los geólogos e ingenieros tienen que entrar a los socavones con guardaespaldas ya que muchas veces han sido atacados dentro de ellos con armas de fuego, balones bomba y explosivos.
Esto se da porque los ilegales han invadido la mina a través de socavones para extraer oro, por lo que el interior de la misma es protegido por una compañía de seguridad privada.
Ante este panorama, el Gobierno Nacional ordenó desde el sábado en la noche el traslado de 1.300 policías y 300 soldados para cerrar el más de un centenar de minas ilegales que existen en la región, en donde trabajan unos 5.000 mineros, alrededor del proyecto de Continental Gold, al cual le han invertido hasta el momento unos 200 millones de dólares.
Una fuente de la Policía de Antioquia aclaró que el objetivo del Gobierno Nacional y Departamental es cerrar todas las minas ilegales sin interesar el tiempo que les tome, ya que las bandas criminales han derivado un gran poder de esta minería ilegal.
“Hay minas que están cerradas con candados por fuera y se sospecha que hay gente ahí adentro, pero tendrán que salir cuando se les acabe la comida y por eso nos vamos a quedar el tiempo que sea necesario”, dijo la fuente a Portafolio.
La enorme presencia de las autoridades se debe a que hace dos años hubo graves enfrentamientos con los mineros y las bandas criminales cuando se intentó una acción similar.
En el momento están en el proceso de socialización, mediante el cual se les dice a los mineros que abandonen las minas y se les da dinero para el mercado o para el transporte para que viajen a sus lugares de origen.
La situación en Buriticá es grave, la banda criminal cobra vacunas y extorsionan a los mineros y pobladores, y si no pagan los matan, “es imposible que un almuerzo normal en este pueblo valga 25.000 pesos”, agregó la autoridad.
La situación no es fácil para los cerca de 3.000 mineros que se han formalizado tanto en Segovia como de Buriticá. Varios de ellos han sido asesinados, expulsados de la región o declarados objetivo militar por la banda criminal en medio de un ‘plan pistola’.
Un representante de Gran Colombia Gold, quien pidió la reserva de su nombre por seguridad, le manifestó a Portafolio que este año ya han sido asesinados cuatro de los que se formalizaron, mientras que las amenazas contra los directivos de la compañía se han ido intensificando desde agosto del año pasado.
Afirma que Gran Colombia Gold, que según el Ministerio de Minas produce unas 90.000 onzas de oro anuales en ese municipio, continuará con su plan de formalización de la actividad, a pesar de las amenazas, para que la región entre en la legalidad.
Expertos que conocen la situación explican que solo en Buriticá se extraen entre 70.000 y 100.000 onzas de oro al año de manera ilegal, lo que equivale, a precios de hoy, a unos 120 millones de dólares anuales.
El oro es lavado en el mismo mercado legal de Colombia o vendido a Panamá y el Caribe, utilizando las mismas rutas del narcotráfico.
La minería ilegal se ha convertido en un gran problema para el país pues al hacerse sin regulación se contamina el medio ambiente, no protege a los trabajadores, no aporta impuestos ni regalías y sí enriquece y empodera a las bandas criminales.
La producción legal de oro de Colombia el año pasado fue de 1’903.386 de onzas.
LUCHA CONTRA LAS ‘BACRIM’
El plan contra la minería ilegal hace parte del plan del presidente Juan Manuel Santos de combatir a las bandas criminales.
Santos informó este martes que durante la semana pasada la Fuerza Pública decomisó 2,7 toneladas de cocaína, realizó 9 operaciones contra la minería criminal y destruyó 149 laboratorios para la fabricación de estupefacientes.
Entre los capturados se encuentran dos de los 20 cabecillas más buscados: Édgar Gutiérrez Arenas, alias Tomás, capturado en Itsmina, Chocó, y Fernely Guevara Pérez, alias Manuel o Grillo, cabecilla del norte de Antioquia, señalado de narcotráfico, extorsión, minería criminal, homicidio y desplazamiento forzado.
Pedro Vargas Núñez
Subeditor Portafolio