En la última década el crecimiento de Bogotá le ha permitido entrar a competir de manera directa con las principales capitales de la región como Ciudad de México, Santiago de Chile o Sao Paulo para recibir los centros de operaciones de importantes multinacionales. Una carrera exigente y nada fácil en la que el premio vale la pena.
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Desde 2006 la capital ha recibido cerca de 900 proyectos de inversión y reinversión por un monto estimado de 19.700 millones de dólares que han generado 115.000 nuevos puestos de trabajo. Según los rankings internacionales, Bogotá se encuentra entre los cinco destinos de inversión más atractivos de América Latina.
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Algunas de las empresas que han apostado por Bogotá son Dentix, compañía española dedicada al cuidado dental; la estadounidense Nerium, que abrió una planta de producción de cosméticos; Castem de Japón, especializada en equipos de alta precisión, que instaló aquí su primera fábrica fuera de Asia; el líder en soluciones de negocio TOTVS, que estableció en Bogotá su centro de operaciones para la región andina; y los gigantes farmacéuticos Cipla y MSN Labs, ambos de origen indio.
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La línea de llegada es el momento en que las empresas dan inicio a sus operaciones en la ciudad, pero los procesos de toma de decisión pueden tomar años en los que por lo general son varias las ciudades que tratan de inclinar la balanza a su favor con múltiples argumentos. Es una carrera maratónica donde la resistencia y la resiliencia son indispensables.
Una agencia como Invest in Bogota actúa como embajador de la ciudad y hace un acompañamiento a las empresas para presentarles los beneficios de la capital enfocados en su negocio con el objetivo de inclinar la balanza a nuestro favor: demostrar con argumentos que Bogotá es su mejor alternativa de inversión.
Con esta asesoría las empresas arman su propio rompecabezas con base en las ventajas que Bogotá les ofrece según su esquema de negocio, con beneficios que incluyen incentivos tributarios en las zonas francas; un alto grado de conectividad al estar ubicada en una posición geográfica estratégica y contar con el primer aeropuerto de carga de la región y el tercero en pasajeros, lo que hace de la ciudad una plataforma exportadora; un capital humano calificado y especializado; o ser el centro financiero del país, para mencionar solo algunas de las claves de la competitividad de la ciudad.
Además, para algunos sectores identificados estratégicamente Bogotá ofrece oportunidades puntuales: en el caso farmacéutico y de ciencias de la vida, por ejemplo, la ciudad es hub logístico en América Latina, un eslabón fundamental en la cadena de valor impulsado por el régimen franco y un mercado amplio con alta demanda por medicamentos. El premio de Bogotá con MSN Labs, Cipla y varias otras farmacéuticas que llegaron en la última década ha sido una inversión de 374 millones de dólares y 1.800 puestos de trabajo, la mayoría de ellos altamente calificados.
Lo mismo ocurre con sectores altamente competitivos en el entorno latinoamericano como infraestructura, industrias creativas, manufacturas ligeras y servicios de base tecnológica, en los que las empresas extranjeras ven en Bogotá un destino propicio para expandir sus operaciones hacia esta región.
Esta carrera no es exclusiva de América Latina, sucede en Europa o en Estados Unidos incluso de manera más feroz. Uno de los casos más sonados recientemente ha sido el del gigante de e-commerce Amazon, que hizo una convocatoria pública para que las ciudades norteamericanas se postularan para ser sede de su segundo centro global de operaciones.
Más de 230 ciudades se mostraron interesadas en participar; actualmente la lista se reduce a 20. Ciudades grandes de la talla de Atlanta, Boston, Nueva York y Los Ángeles -y no tan grandes como Indianápolis, Miami, Austin y Nashville- están compitiendo para demostrar sus cualidades en infraestructura, transporte, conectividad, servicios disponibles y capital humano calificado; algunas ofertas incluyen beneficios fiscales.
¿Cuál es el premio para que las ciudades hagan semejantes esfuerzos? Amazon invertirá en su segundo headquarter 5.000 millones de dólares, hará una inversión millonaria en la comunidad y vinculará 50.000 nuevos puestos de trabajo directos y cientos de miles de empleos indirectos. Esta 'nueva ciudad' que se creará gracias a la nueva sede Amazon potenciará el crecimiento económico al generar demanda para los negocios locales, traerá su experiencia y conocimiento especializado, pondrá a la ciudad como destino clave en las cadenas productivas e incentivará la inversión de otras empresas. Efectos evidentes de la tercera empresa más innovadora en Estados Unidos según la revista Forbes.
Igor Galo, director de comunicaciones para Iberoamérica de IE Business y director técnico del XI Informe de Inversión Española en Iberoamérica, ha planteado que hoy puede ser más importante para una ciudad acoger los centros de operaciones de las grandes empresas que ser sede de los Juegos Olímpicos. La carrera no se corre en las pistas de atletismo sino en el campo empresarial.
Tradicionalmente las ciudades se han peleado por alojar los Juegos Olímpicos ya que más allá de los encuentros deportivos han sido fuertes catalizadores de desarrollo económico. Sin embargo, para las ciudades hoy en día puede ser mejor credencial o indicador de progreso ser la sede de empresas como Apple, Microsoft, Google, Johnson y Johnson o Amazon que recibir justas deportivas. Y es que, en muchos casos, la facturación de estos gigantes empresariales supera las economías de muchos países, incluido Colombia.
Qué bueno es para Bogotá, una ciudad con un potencial gigante, seguir ganando las carreras por conquistar grandes empresas y que nombres de las empresas incluidas en los listados de Forbes operen desde la capital para América Latina. Sus logotipos sobre los edificios terminan de sellar la buena reputación que nos hemos ganado a pulso, y que en muchas ocasiones es más valorada en el exterior que por nosotros mismos. Con ese objetivo seguiremos trabajando, la carrera es larga y la ciudad ha demostrado resistencia de maratonista profesional.
Juan Gabriel Pérez,
Director ejecutivo de Invest in Bogota
