Consiste en permitir que empresas del calzado que desde hace un año no tenían luz verde para ingresar zapatos a ese país, ya recuperaran dicho permiso.
Es el caso de Vélez y de Bosi, que desde finales de junio, en el caso de la primera, y desde hace un año, en la segunda, no habían podido exportar calzado al vecino país para surtir sus almacenes, desde finales de noviembre el Gobierno venezolano les renovó el certificado respectivo, el Sencamer.
En el tiempo que no contaron con ese certificado les tocó defenderse con cinturones, bolsos, billeteras y demás artículos de cuero, diferentes a zapatos, a pesar de que el fuerte son estos últimos bienes.
Pero hay más. Según lo confirmó el gerente General de Vélez, Germán Peralta, ya les han abonado parte de la deuda que tenían pendiente a través del nuevo sistema de banda cambiaria, la cual llegaba a 250.000 dólares. Pero el tema de la deuda a través de Cadivi no se ha movido aún. Por esta última vía, la deuda asciende a 200.000 dólares.
Lo cierto es que justamente ayer el presidente de la Asociación Colombiana de Industrias del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), Luis Gustavo Flórez, señaló que las relaciones de la industria del cuero con Ecuador y Venezuela, van por buen camino.
“Se debe reconocer el esfuerzo del Gobierno nacional en el tema. En el caso de Ecuador, las exportaciones están retomando el ritmo normal, pese a que en esta nación se continúa exigiendo la certificación del etiquetado para el calzado. Las exportaciones de la cadena cuero, calzado, marroquinería, prácticamente se duplicaron en el periodo enero-septiembre, alcanzando 14,3 millones de dólares, comparadas con igual periodo en el 2009”, dijo el dirigente.
En cuanto a Venezuela, Flórez también reconoció que sigue estando el lunar de los pagos pendientes por las exportaciones realizadas en años anteriores.