Colombia es un país competitivo, todas las marcas quieren tener presencia y en ese escenario, CAT quiere acelerar su expansión.
Así lo anuncia Simón Velásquez, gerente regional de Producto y Mercadeo de la cadena especializada en prendas de tipo urbano.
“Estar acá ha sido una experiencia positiva para nosotros. Hemos visto un gran crecimiento en los últimos cuatro años,gracias a las tiendas concepto. Esperamos cerrar este año con dos más, para completar una docena”, expresó el directivo.
Las nuevas tiendas estarán en los centros comerciales Diverplaza y Fontanar, el cual terminará de construirse en Chía.
Al señalar que “seguimos buscando para abrir más tiendas dentro y fuera de Bogotá”, Velásquez anotó que la meta es inaugurar de 8 a 10 locales en el 2016, dependiendo de las oportunidades. Se estima que la apertura de una tienda requiere, en promedio, un millón de dólares, sin inventario.
Además de estar en la capital, CAT opera locales en Cartagena, Ibagué, Montería, Villavicencio, Bucaramanga, Medellín, Neiva y Valledupar.
Las tiendas tienen un área de entre 80 y 100 metros cuadrados.
Cada local genera cuatro empleos, aproximadamente.
Un 5 a 10 por ciento de la oferta tradicionalmente ha sido para la mujer, pero ahora ese porcentaje se ha ampliado a 30 por ciento.
Aunque para Simón Velásquez es claro que en el largo plazo el mercado colombiano es atractivo para el desempeño de los negocios, reconoce que no ocurre lo mismo en el corto plazo.
A las tiendas les va muy bien, con incrementos de doble dígito en la facturación y se están cumpliendo las expectativas, aún con todos los declives que ha tenido la economía.
Sin embargo, señaló que, particularmente, la devaluación es un tema que preocupa a esa cadena que basa su oferta en calzado (65 por ciento), ropa (30 por ciento) y accesorios (5 por ciento), de origen importados. La compañía produce la mayoría de su portafolio en Asia.
“En cuanto a las metas del año entrante estamos conservadores todavía y no hemos tomado la decisión de aumentar los precios, pero sabemos que tarde o temprano tenemos que hacerlo”, comentó el gerente regional de Producto y Mercadeo de CAT.
Consideró que en medio de un aumento en el precio del dólar y unas menores exportaciones también se puede presentar un desabastecimiento de los modelos y productos, dado que los comerciantes tienen menos recursos para traer mercancía. Así las cosas, para final de año confía en que las nuevas tecnologías de los productos anime a sus clientes a inclinarse por la marca frente a la competencia. Reconoce que para el año entrante, las previsiones son conservadoras y con un crecimiento más limitado, más impulsado por las aperturas.