En 1,8 millones de hectáreas cayó el área sembrada con semillas genéticamente modificadas o transgénicas en el 2015, informó el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (Isaaa).
En su informe entregado esta semana, señala que la mayor reducción se presentó en los Estados Unidos, que reportó 2,2 millones de hectáreas.
Sin embargo, la caída se morigeró con un incremento de dos millones de hectáreas en las áreas de Brasil, mientras que Argentina creció en apenas 200.000 hectáreas.
Canadá, el cuarto mayor usuario de las semillas transgénicas, dejó de sembrar 600.000 hectáreas el año pasado, mientras que India, en el quinto lugar, mantuvo el área sembrada en 11,6 millones de hectáreas.
China, del cual tanto espera la biotecnología agrícola, disminuyó también en 200.000 hectáreas sembradas el año pasado.
La merma está asociada a los bajos precios de los productos básicos en 2015 y a situaciones extremas, como la sequía ocurrida en Suráfrica, y que podría abordarse con la introducción de variedades tolerantes a este fenómeno.
“En 2015, y por cuarto año consecutivo, son más los países en vías de desarrollo que los industrializados los que siembran este tipo de cultivos.
“De los 28 países que sembraron transgénicos, 20 fueron países en vías de desarrollo y de las 179,7 millones de hectáreas sembradas, 97,1 millones de hectáreas (equivalentes al 54 por ciento de la superficie cultivada) fueron plantadas en América Latina, Asia y África”, indicó la ONG Agrobio.
En 2016 se cumplen 20 años de haber salido el insumo al mercado mundial.