La operación del Citi en Colombia, con sus servicios financieros a personas naturales y empresas, se mantendrá tal y como está hoy, al menos en el corto plazo. Esto, luego de que anunciara la suspensión del proceso de venta de sus negocios de banca de consumo y comercial, en el cual estaba embarcado desde hace nueve meses, con el fin de volcarse a los clientes institucionales.
De todas formas, dejó la puerta abierta para que esta operación se concrete más adelante, “a un precio que refleje su valor significativo, pero se evaluará esta decisión a futuro, si se da la oportunidad y si sigue siendo consistente con la estrategia global del banco”, dijo la entidad en un reporte presentado a la Superintendencia Financiera.
En los últimos meses, varias entidades locales y extranjeras habían estado revisando este negocio, como una oportunidad de ampliar su cuota local, o de tener presencia en el mercado colombiano.
Este año, el Citi completó 100 años de presencia en Colombia y a septiembre, el banco tenía activos por 12 billones de pesos, un saldo de cartera superior a los 7,5 billones de pesos, y alrededor de 650.000 tarjetas de crédito, según datos de la Superfinanciera.
Este diario conoció que, en la práctica, solamente llegó una oferta de compra,
proveniente del Scotiabank, entidad canadiense de la cual hace parte el banco Colpatria, y con quien ya han realizado este tipo de operaciones.
Sin embargo, el negocio no se concretó, pues el monto habría estado por debajo de lo que esperaba Citi, de manera que prefirieron cerrar el proceso y conservar la operación hasta que vuelvan a ver oportunidades.
Y es que quienes ven el mercado bancario colombiano desde afuera consideran que las entidades están ‘caras’ frente a otros países, sin contar con que es altamente competido y dominado por las entidades nacionales, particularmente en el segmento minorista.
De hecho, en febrero pasado, cuando el Citi anunció la venta de sus operaciones en Colombia, la presidenta de la entidad en América Latina, Jane Fraser, explicó a este diario que, pensando en el largo plazo, el objetivo es focalizar los esfuerzos en proveer servicios a las multinacionales que operan en el país y a las firmas colombianas que se están expandiendo fuera.
“Creemos que hacer este cambio en nuestra estrategia de negocio nos hará más fuertes y efectivos para lo que el país necesita más, somos únicos para el segmento corporativo, y aquí hay jugadores que pueden hacer una tarea mejor en banca de consumo en los próximos años”, dijo.
Por lo pronto, los servicios a las personas naturales y a las pequeñas y medianas empresas se mantendrán inalterados.
Lo que sí se hizo
Así, los únicos países de la región en los cuales el grupo financiero estadounidense mantiene el negocio de consumo son Colombia y México.
En el país azteca, el banco tiene una presencia muy fuerte, al punto que hace pocas semanas anunciaron inversiones por más de 1.000 millones de dólares y la transformación de la marca a Citibanamex.
El anuncio de febrero incluía no solo los activos de Colombia, también los de Brasil y Argentina.
En el primer caso, se llegó a un acuerdo con Itaú Unibanco, en una operación avaluada en 220 millones de dólares.
Así, el mayor banco privado latinoamericano incorpora 71 oficinas, 35.000 millones de reales en depósitos y activos bajo administración, y todo el portafolio de préstamos, más de un millón de tarjetas de crédito, cuentas de unos 315.000 clientes e incluso un área de seguros.
Casi al tiempo, se conoció que Santander Río había ganado en la competencia para quedarse con los activos de Citi en el mercado argentino.
Esa operación incluyó alrededor de 1.400 millones de dólares de sus activos, en los cuales hay tarjetas de crédito, préstamos y el negocio de corretaje minorista en Argentina.
Y es que la estrategia del Citi para simplificar su estructura había empezado mucho antes, pues en meses anteriores habían salido de otros países de América Latina y de algunos mercados en Asia y Europa.
Para dar una idea, algunos de los países de los cuales ya salió son Panamá, Perú y Costa Rica (que hoy están en manos del Scotiabank), así como de Guatemala, Honduras y El Salvador, que fueron adquiridas por jugadores locales.
Aun con estas desinversiones, América Latina sigue ocupando un rol importante en las cifras de Citigroup.
En su reporte de resultados del tercer trimestre de este año, la entidad informó que los ingresos de la banca de consumo crecieron 5 por ciento frente al mismo lapso del 2015, aunque a estas alturas los resultados reflejan casi de manera exclusiva lo que es México.
Empresas
24 nov 2016 - 11:51 p. m.
Citi desistió de vender el negocio de consumo en Colombia
En febrero, la entidad estadounidense había anunciado que saldría de sus activos en tres países de Suramerica.
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