Desde sus comienzos, en el año 2003, la academia de cocina Verde Oliva ha tenido como filosofía y misión la promoción y el desarrollo de la cocina colombiana
Este fue el motivo que llevó a su fundador, Carlos Pabón, a abrir una sucursal del colegio de cocina, y un restaurante de comida típica en Villa de Leyva. Pabón se dio cuenta que la colonial población boyacense, como segundo destino turístico del país, a pesar de tener alrededor de 130 restaurantes, no tenía ninguno de comida colombiana, aunque sí regional.
Entonces comenzó a averiguar y descubrió que los chefs locales no tenían forma de aprender la cocina nacional y por este motivo tampoco nadie se atrevía a abrir un restaurante de estas características.
Así tuvo la idea de abrir una academia que enseñará este tipo de cocina, formar chefs de alto nivel, al mismo tiempo que enseña la administración de restaurantes y, sobretodo, el buen servicio al cliente.
“Abrimos el programa en junio pasado, en el primer semestre se matricularon 20 estudiantes, de los cuales el 80 por ciento vienen de afuera de Villa de Leyva”, aseguró Pabón.
Pero el proyecto del dueño de Verde Oliva también incluía un restaurante, en el cual los estudiantes de la academia pudieran practicar lo aprendido, al mismo tiempo que satisfacer las necesidades de los turistas que visitan la población. “Cuando uno viaja al exterior, uno regresa con los saborses y olores de los lugares que visita.
Eso no pasa en Villa de Leyva, hay toda clase de cocina internacional, menos la colombiana. El país tiene una oferta gastronómica muy rica por la variedad de culturas y climas, y eso hay que aprovecharlo”, aseguró Pabón.
DECLARAR LA GASTRONOMÍA COMO PATRIMONIO NACIONAL
Carlos Pabón participó como consejero del Ministerio de Cultura y el de Comercio para que la cocina colombiana sea declarada como patrimonio nacional, tal como sucede en países como México y Perú.
Junto a las dos entidades estatales se está trabajando en un documento Conpes, para que el Estado asigne recursos, recuperar y posicionar la cocina colombiana.
Esta es una forma del Gobierno de resarcir su olvido por la gastronomía colombiana, “El Estado ha tenido la culpa por no entender que la cocina es una muestra cultural de las comunidades, así como la música. Hace falta un sentido de identidad, que nos enseñe que lo nuestro vale más que los de los demás países y sentirnos orgullosos de eso. Pero ya se está avanzando en ese objetivo”, agregó Pabón.
Pedro Miguel Vargas.
Subeditor Portafolio