¿Si se levantara una mañana y supiera que es el último día de su vida, cumpliría la jornada acostumbrada?
De la forma como responda este planteamiento se podrá concluir si tiene un propósito de vida y que la felicidad está de su lado.
De esta manera, Juan Martín Cardona, CEO de Inspyra y miembro fundador de la Comunidad F, explica las dimensiones de la felicidad y el bienestar.
La comunidad F es una organización que invita a los empresarios a fortalecer las estrategias para que la felicidad se respire en las organizaciones de forma genuina. Hasta el momento, más de 40 empresas que operan en Colombia se han vinculado a este programa que tiene tres objetivos claros, dice Cardona.
El primero es conectar a las personas que son tomadoras de decisiones en este tema en las organizaciones. “Creamos un espacio de relacionamiento. Los empresarios se conocen y generan una interacción. Allí tienen cabida empresarios, gerente generales, vicepresidentes de recursos humanos y vicepresidentes de área”, comenta.
El segundo objetivo es compartir contenido útil, compartir las buenas prácticas en términos de bienestar y felicidad.
Esto se materializa con la presentación de programas exitosos que han desarrollado otras organizaciones en estos campos. Muestran qué han aprendido, en qué se han equivocado durante el proceso y qué indicadores de su negocio están conectados con este programa.
En este objetivo de compartir también intervienen en algunas sesiones expertos que tienen metodologías que han sido probadas para que las expongan.
El tercer objetivo, a segura Juan Martín Cardona, es cocrear.
Se aprovecha la reunión de diferentes empresas para compartir información, intercambiar herramientas que se usan para fomentar bienestar y felicidad.
En este escenario se genera el intercambio de contenido.
FELICIDAD Y BIENESTAR DESDE LO CORPORATIVO
Ambas son herramientas muy poderosas para consolidar la cultura organizacional de una empresa, que es como el alma de la organización en sus corredores y sus colaboradores.
La gente puede desarrollar todo su potencial. “Cuando hablamos de felicidad en el trabajo es cuando las personas encuentran la mayor conexión de sus valores, de sus talentos y de sus sueños, con una organización que tiene puntos en común”, explica el miembro fundador de la Comunidad F.
CÓMO SE LOGRA
Hay un punto clave y es que los líderes de la organización son responsables de asumir el reto de trabajar en esos temas. Finalmente son quienes tienen en sus manos las decisiones estratégicas, y además son los llamados a dar ejemplo.
Para el experto, el equipo directivo debe estar decidido a trabajar en estos temas.
“Es un camino que no es de corto plazo, involucra decisiones trascendentales como cambiar de equipo, ajustar personal, hacer cambios en el mismo modelo de negocio. Deben estar alineados para trabajar con herramientas y con expertos que hacen ese trabajo”, comenta.
El salario emocional y el clima organizacional son algunas herramientas para llegar a la felicidad en las organizaciones. Son componentes e instrumentos que facilitan la estrategia.
INDICADORES
Está demostrado que los colaboradores felices mejoran sus resultados en la organización.
Existen estudios de instituciones como Harvard que comprueban que cualquier inversión que se haga en estos temas para los colaboradores está directamente relacionad con indicadores como aumento en ventas, aumento en productividad, disminución de la rotación laboral e incremento de la satisfacción de las personas con respecto a su trabajo, a su profesión y a su propósito de vida.
“Desde la Comunidad F consideramos que la felicidad y el bienestar es la estrategia corporativa principal de crecimiento empresarial, no solo en Colombia sino en el mundo.
IDENTIFICAR VALORES Y TALENTOS
No es alta la influencia de una compensación salarial dentro del concepto de felicidad.
“El salario es una solución de corto plazo para contribuir con los índices de bienestar y felicidad de los colaboradores. Está comprobado que después de un aumento, los índices de satisfacción y de felicidad se estabilizan. No se mantienen ascendentes porque la persona cuando satisface sus necesidades básicas y además tienen un aumento salarial, experimenta un efecto momentáneo”, explica Juan Martín Cardona.
Comenta que existen factores más trascendentales en el ser humano que involucran y se conectan más con la felicidad y el bienestar: saber para qué uno hace lo que hace. El salario es un componente inicial, pero es de corto plazo.
Existen algunas actitudes fundamentales hacia el colaborador que favorecen la sensación de felicidad y bienestar en el empleado.
Una de ellas es escucharlo. No se debe ignorar su opinión a la hora de tomar decisiones, ni se debe menospreciar a ningún colaborador.
Se debe tener claridad sobre cuáles son los valores y los talentos de las personas, por encima de lo que hacen las empresas. Eso facilita ponerse de acuerdo y saber en qué y cómo pueden trabajar juntos y hacer equipos que se conecten y lleven a buen puerto cualquier actividad, es la recomendación.
“Por último, los directivos se deben preguntar como líderes cuál es el sueño de ellos como organización y cuáles son los sueños de las personas con las que trabajan para poder compartir esos propósito y las cosas que los apasionan”, dice.
Los departamentos de talento humano de las organizaciones pueden fijar cuanta estrategia consideren para estimular y motivar a los trabajadores, pero la Comunidad F tiene claro que detrás de esas campañas deben haber motivaciones y objetivos específicos.
No basta solo con campañas de comunicaciones internas sobre el positivismo y el éxito, sino que es necesario experimentarlo en las acciones de los equipos de trabajo.
Ahí, los líderes son los primeros promotores. Deben ser los entrenadores que motiven y comprometan a los colaboradores. Eso es determinante para que surta efecto y tenga un impacto transformador, desde la perspectiva del miembro fundador de la Comunidad F, que cuenta con el Cesa como aliado académico.
Considera que hay maneras de acoplar el perfil de los ejecutivos con esta iniciativa. Tal vez, la primera acción consiste en que el líder de la organización haga los cambios personales y trabaje en sí mismo para luego buscar que su equipo de trabajo cambie.
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