En los próximos dos años, el presidente de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), Juan Pablo Córdoba, estará al frente de la Federación Mundial de Bolsas.
Esto quiere decir que Colombia tendrá más visibilidad y un papel relevante al interior del escenario en el cual se discute la agenda de la industria bursátil global, lo cual incluye tanto la regulación como el desarrollo de los mercados, en particular los de países emergentes.
Sobre ese y otros temas, el directivo habló con Portafolio.
¿Qué significado tiene su elección como presidente de la junta de la Federación Mundial de Bolsas?
Es un tema muy honroso e importante porque es el escenario en donde se discute la agenda del sector bursátil a nivel global en su interacción con la opinión y los reguladores. Es la unión de lo que piensan las bolsas y por su rol en la industria financiera tenemos una visión de cómo podemos contribuir al desarrollo, estabilidad y seguridad de los mercados. Creo que es también un reconocimiento a los mercados emergentes porque tienen un papel cada vez más relevante en la economía global y en particular para Colombia, porque es un país y un mercado pequeño.
¿Cuáles son los temas que se están moviendo en la agenda?
La industria quiere tener una voz más fuerte en el debate sobre la regulación de los mercados financieros hacia adelante. En los años que han pasado después de la crisis hay una gran proliferación de normas, lo que es entendible después de esa situación pero eso cambia la estructura de los mercados. Las bolsas tienen mucho que decir y aportar porque somos parte de la película.
Otro tema es que ya los reguladores recogen que, en la crisis, las bolsas no solo no fueron parte del problema, sino que han sido parte de la solución y de las cosas que han funcionado bien. Los problemas se originaron en mercados poco transparentes y en productos que no se sabía bien cómo funcionaban y cómo se gestionaban adecuadamente los riesgos, mientras que las bolsas siguieron operando bien.
¿Y desde el punto de vista de los mercados emergentes?
Queremos aprovechar el conocimiento que existe al interior de la Federación y la experiencia de otros mercados para aportarles a los emergentes en su proceso de desarrollo.
Hay muchos temas de tecnología y de riesgos operativos de los cuales se puede aprender mucho en la medida en que se va avanzando en mercados como el Mila.
¿El mercado colombiano tendrá más visibilidad?
Esperamos que sí. En realidad esto es también un reconocimiento a lo que viene pasando en Colombia, hace diez años estábamos en una situación muy diferente, pero ahora somos una economía que quiere insertarse al mundo y ser un país tomado en cuenta.
Es importante que Colombia tenga peso en el foro internacional de las bolsas y participe en el debate de la regulación mundial.
En otros temas, ¿cómo va la entrada de México al Mercado Integrado Latinoamericano (Mila)?
Ya estamos en la fase de pruebas definitivas, esperamos que la operación tecnológica quede lista antes de terminar este año y con eso, muy seguramente el lanzamiento va a ser en enero próximo.
Hay tareas como afinar algunos asuntos con los reguladores y una gestión comercial que se hará durante todo el año entrante.
DIVERSIFICAR, CLAVE EN ÉPOCAS DE TURBULENCIA
Este ha sido un año de fuertes altibajos para las acciones colombianas, pero la película es muy divergente dependiendo de la acción que se tome como referencia. Por ejemplo, las acciones de entidades financieras han tenido fuertes ganancias, mientras que las petroleras marcan pérdidas.
Como mensaje a los inversionistas, el presidente de la Bolsa de Colombia dice que “si hay una palabra importante es diversificar, y este ha sido el año del aprendizaje sobre la importancia de no tener exposición a un solo riesgo. La volatilidad no es para salir del mercado, sino para ver que es importante tener activos combinados y coberturas. En el mercado hay muchas herramientas para gestionar el riesgo”.
