La subasta estatal fue celebrada en Río de Janeiro.
La petrolera colombiana concentró sus ofertas en bloques de exploración ubicados en la cuenca hidrográfica Sergipe-Alagoas, un área ya madura ubicada en el nordeste de Brasil.
La compañía también intentó hacerse con los derechos de exploración y explotación sobre otros tres bloques de la misma cuenca, pero finalmente la brasileña Petrobras se adjudicó tales concesiones con ofertas mayores.
Doce empresas fueron habilitadas por la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) para disputar la subasta en la que se ofrecieron concesiones para explorar y explotar 240 bloques con posibles reservas de gas convencional y no convencional.
Esta subasta supone la primera vez que Brasil otorga licencias para explotar el denominado gas no convencional, cuyas técnicas de extracción, como la fragmentación hidráulica (el conocido como "fracking"), generan dudas entre las organizaciones ecologistas y están prohibidas en algunos países.
EFE