Las empresas especializadas en la producción y comercialización de bebidas no alcohólicas, como gaseosas, jugos y tés, se están ‘tomando’ el país.
Tanto es así que en los últimos cinco años este mercado creció 40 por ciento de acuerdo con Euromonitor, una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que su tamaño llegó a 15,8 billones de pesos al cierre del 2013 (de los cuales 12,5 billones correspondieron a las ventas de jugos y gaseosas).
Es así como, mientras diversas industrias del país se contraen, las últimas cifras del Dane ubican a este como uno de los sectores más dinámicos del mercado local, con un crecimiento de la producción de 6,2 por ciento en febrero de este año.
Según Euromonitor, aunque las gaseosas son los productos que más compran los colombianos, con 70 por ciento de participación sobre las ventas, otro tipo de bebidas ha venido conquistando su paladar.
El ejemplo perfecto de este comportamiento es el té embotellado, cuyo mercado se multiplicó por 6 desde el 2008 y pasó de 47.620 millones de pesos en aquel año a 301.535 millones al final del 2013.
El jugo también ha hecho lo propio y en el mencionado periodo de tiempo duplicó tanto su tamaño como su participación en la torta, pues pasó de 589.054 millones de pesos y 5 por ciento del mercado, a casi 1,4 billones de pesos y 9 por ciento del total de las ventas. Un caso similar es el de las bebidas energéticas, que multiplicaron sus ventas y pasaron de 349.632 millones de pesos a 592.128 millones de pesos.
En este sentido, Santiago López Jaramillo, director de la Cámara de la Industria de Bebidas de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), señala que factores como la constante evolución del sector, reflejada en nuevas y numerosas opciones para el consumidor, sumados al incremento en el ingreso disponible de los colombianos, han sido los catalizadores para el desarrollo de la industria.
De hecho, ya son varias las empresas del país que le han apostado a producir bebidas funcionales, o a fabricar productos tan colombianos como los jugos a base de leche.
Sin embargo, López asegura que si bien algunos productos relativamente nuevos han ganado adeptos, aún es muy temprano para prever una reorganización en el mercado.
“Sí se registra una tendencia de crecimiento consolidada en las bebidas energizantes, la cual se debe mantener durante los próximos años (...) También se espera un incremento relevante en las ventas de bebidas hidratantes y las aguas vitaminadas”, agrega.
UN MAR DE OPORTUNIDADES
A pesar de que los colombianos compran suficientes bebidas para llenar casi dos mil piscinas olímpicas, al comparar su consumo con el de otros de sus pares en la región salta a la vista la gran oportunidad que hay en el mercado.
Y es que mientras un mexicano bebe alrededor de 373,4 litros de estos productos por año, los compradores locales toman apenas una tercera parte de este monto.
Además, aunque la mayor parte del negocio sigue controlada por grandes empresas (de la talla de Coca-Cola y Postobón) compañías locales más pequeñas han ganando terreno con propuestas diferentes, muchas de ellas de carácter regional.
Ejemplo de ello son los sellos Kola Sol y Gaseosas Cóndor, que han logrado posicionarse con éxito en su zona de influencia.
Así las cosas, la buena dinámica con que arrancó el 2014 tiene muy optimistas a las organizaciones de este segmento, motivo por el cual se espera que las ventas crezcan más de 4,5 por ciento al cierre del 2014.
ESPACIO PARA EXPORTAR
Mientras las ventas al extranjero son pequeñas, las importaciones crecieron 110 % desde el 2007.
Aunque las empresas de bebidas son muy exitosas en Colombia, por el momento su foco parece estar en el mercado local. Prueba de ello es que, de acuerdo con el vocero de la Andi, sus exportaciones siguen siendo marginales mientras las importaciones crecen a un ritmo importante.
“En promedio, en los últimos doce años, las ventas al exterior del sector fueron de US$42 millones (alrededor de $80.692 millones) y para el 2013 apenas superaron los US$30 millones ($57.637 millones).
En contraste, las importaciones de bebidas pasaron de US$57 millones ($109.510 millones) en el año 2000, a US$157 millones en el 2007 ($301.633 millones), a US$268 millones ($514.889 millones) en el 2012 y se estima que para el 2013 alcanzaron US$330 millones ($634.417 millones); es decir, registran un crecimiento superior al 23% frente al 2012”, explica.
Cristina Bustamante
cribus@eltiempo.com