Adaptarse a las condiciones del mercado es una estrategia que Tronex, la empresa antioqueña fabricante de pilas y comercializadora de baterías industriales, sabe hacer muy bien.
La primera evidencia de su visión empresarial se registró a comienzos de los años cincuenta, cuando en las pesebreras de la caballeriza de la hacienda El Vergel, ubicada en el sur de Medellín, nació la disquera Codiscos, dedicada a la producción y grabación de música en acetatos de 45 y 78 revoluciones.
En esa época, en el país apenas despuntaba uno que otro artista que interpretaba diferentes géneros y que iba un poco más allá de la guitarra y los instrumentos de percusión.
El negocio era pujante y tenía muy buenas perspectivas, pero la ciencia dio un paso significativo que puso en riesgo a las disqueras del momento, entre ellas a Codiscos.
La razón: nació el casete, y con ello la música no solamente pudo ser portátil sino que empezó a ser copiada y reproducida por cualquier persona, lo que dejó sin perspectivas a la empresa.
CON LAS PILAS PUESTAS
Ante la nueva realidad tecnológica, y sin abandonar el negocio disquero, los dueños de Codiscos decidieron incursionar en una actividad diferente, pero afín con la industria de la música: fabricar las pilas con las que los consumidores podrían operar los equipos donde escucharían los éxitos de la época.
La idea nació a la sombra del radio, el equipo de sonido, la radiola, la grabadora y otros aparatos electrónicos creados tras el ‘boom’ del casete. Sin embargo, el conocido tocadiscos se resistía a desaparecer y seguía dándole vueltas a la música del momento.
De esta forma, en 1972, lo que 20 años atrás era una caballeriza que se había transformado en casa disquera, se convirtió entonces en la primera y la única fábrica colombiana de pilas existente, decidida a competirles a las grandes multinacionales que abastecían el mercado nacional, tales como la alemana Varta, la estadounidense Eveready y la japonesa Panasonic.
Así nació Tronex, un nombre derivado de la palabra ‘extron’, que por cuestiones de mercadeo los estrategas de entonces decidieron bautizar con las misma letras, aunque alrevés: es decir, Tronex.
Aunque la marca tiene presencia en todo el país, hace apenas cinco meses la empresa decidió incursionar en Bogotá, un mercado dominado por las multinacionales.
Desde mayo pasado, las pilas Tronex, en su presentación AAA, AA y tamaño grande, han comenzado a posicionarse a través de la estrategia tienda a tienda, y con su sello de calidad, el mismo que le ha dado grandes resultados en Medellín.
Las directivas de la empresa dicen que el objetivo es conquistar gradualmente una buena tajada del mercado de la capital.
EL SHOW DE CODISCOS
Mientras Tronex crecía y se consolidaba como una de las marcas de pilas más importantes del país, Codiscos soportaba los embates de la tecnología y la piratería, que le pasaron una costosa factura.
Pero sin dar el brazo a torcer, la compañía que nació en las caballerizas de la hacienda El Vergel sigue viva en el mercado, y con perspectivas favorables.
Desde luego, Codiscos ya no es solo música, sino mezclas de sonidos y luces para el montaje de espectáculos en toda clase de ambientes. Incluso, incursionó en el negocio de la litografía y el diseño de carátulas y presentaciones de los trabajos de artistas nacionales y extranjeros.
La empresa no abandona el recorrido musical que le permitió lanzar al estrellato a personajes como Juanes, El Binomio de Oro, y el Grupo Niche y muchos de los reguetoneros de moda.
BATERÍAS INDUSTRIALES
Tronex ya tiene la inversión puesta en el futuro. “Llevamos varios años produciendo baterías industriales”, asegura Jaime Moreno, gerente de Tronex Industrial.
“Nuestro objetivo es mantenernos a la vanguardia de este mercado, con productos de calidad, y compitiendo con las grandes empresas del mundo. Somos una marca reconocida en el sector industrial colombiano. Nos caracterizamos por el servicio eficiente, oportuno y profesional de nuestro equipo técnico”, afirma Moreno.
La empresa reconoce que las pilas son un producto en vía de extinción, y aunque no se sabe cuántos años más estarán en el mercado, el negocio sigue siendo rentable y atractivo.