Aunque hasta el momento el 90 por ciento de las ventas de Constructora Bolívar se realiza en Bogotá, la proporción está a punto de cambiar. La falta de terreno disponible para edificar en la capital impulsó que la firma buscara nuevas plazas para sus proyectos, una estrategia gracias a la cual ha mantenido su ritmo de crecimiento por encima del 50 por ciento.
Carlos Arango, presidente de la compañía, habló con Portafolio sobre su estrategia para los próximos años, su visión del mercado y sus proyecciones para el sector.
¿Cuánto crecieron sus ventas el año pasado?
Sin tener en cuenta las 100.000 viviendas gratis, crecieron entre 50 y 60 por ciento, impulsadas porque volvimos a entrar al segmento VIS en Bogotá, además de los proyectos que tenemos en los municipios de la Sabana.
¿Cómo ve el 2014 para Constructora Bolívar?
Muy bueno. Debemos crecer por lo menos 60 por ciento, impulsados por las políticas en proyectos masivos como las 86.000 viviendas. Nos presentamos en 9 ciudades con un poco más de 13.000 viviendas y creemos que vamos a lograr tener por ahí 7.000 de las 60.000 que son para el sector privado. Seguramente, esto será en Bogotá y otras 4 ciudades, con lo que completamos nuestra diversificación geográfica.
Dejando a un lado los planes con el Gobierno, ¿qué proyectos tendrán para el 2014?
Vamos a tener proyectos en Bogotá, Madrid, Funza, Zipaquirá, Mosquera, Chía, Cajicá, Soacha, Ricaurte, Barranquilla, Ibagué y seguramente Cúcuta. No sé exáctamente cuántos haremos, pero deberíamos empezar unos 15 o 17.
¿En qué segmentos van a concentrarse?
Vamos a estar en VIS, muy poco en VIP y, tanto en Barranquilla como en Bogotá, vamos a tener al tiempo unos 6 o 7 proyectos diferentes a VIS.
Hace un momento hablaba de su diversificación geográfica, ¿qué los está motivando?, ¿continúa la mayor parte del negocio concentrada en Bogotá?
En Bogotá hay dificultades para la consecución de tierra, los proyectos grandes de renovación urbana no arrancan. Entonces, no hay donde construir más que proyectos puntuales y los grandes proyectos de VIS o de VIP tienen que hacerse fuera de la ciudad. Eso nos ha motivado a ir a los municipios de la Sabana, donde hoy se venden más viviendas que en la capital, especialmente en VIS.
¿Cuánto representa Bogotá en sus negocios y en qué ciudad ve el mayor potencial de desarrollo?
El 40 por ciento de nuestras ventas está en el Distrito y en no VIS. Otro 50 por ciento está en los otros municipios de la Sabana y es, especialmente, VIS. Estamos entrando con proyectos diferentes a los del Gobierno en Barranquilla e Ibagué. Las ciudades intermedias no son grandes mercados, pero queremos tener presencia en varias de ellas como Ibagué y Cúcuta, y este año entraríamos por lo menos a otra ciudad. Si llegamos a las ciudades distintas a Bogotá y la Sabana, y diferente a los programas del Gobierno, puede ser 10 por ciento del mercado inicialmente; se demora uno en coger fuerza.
Independientemente de los programas del Gobierno, ¿cómo cree que cambiaría esa proporción con estas incursiones?
Si en las ciudades intermedias logramos el 20 por ciento este año, deberíamos pasar en un par de años a un tercio de las ventas.
Más allá de Bogotá, ¿cómo está el sector de la vivienda?
Muy bien. Medellín tiene un volumen muy importante, Cali tiene un volumen relevante en VIS pero no es tan grande: de hecho, vende en pesos lo mismo que Barranquilla y menos que Bucaramanga. El orden hoy es: Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Barranquilla y Cali.
¿En qué segmento hay mayor potencial?
Donde hay más necesidad de vivienda y más volumen de gente es en VIS, en el VIP tiene que responder en las ciudades grandes a los programas del Estado.
El VIS ha crecido mucho, sobre todo en la parte superior del precio, o sea cerca de los 85 millones de pesos; ese es un rango bastante dinámico, pero como mucha gente que estaba ahí ha mejorado su situación económica, creo que los rangos hasta 200 millones se van a mover muy bien.
En este momento se concentran en la vivienda, ¿han considerado otros segmentos?
Estamos estudiando entrar en otro tipo de construcción, aunque no de infraestructura por ahora.
¿Cuándo lo definirían?
Aspiramos a que este año arranquemos con uno o dos proyectos.
¿Qué tipo de construcciones serían?
Bodegas u oficinas. Estamos mirando, porque eso depende de la ciudad donde lo logremos hacer o que encontremos que es lo mejor. Sería en ciudades grandes, de la Costa, Bogotá o Cali.
¿Hay burbuja inmobiliaria en la capital?
La burbuja se refiere a 5 o 6 proyectos de altísimo precio que hay en el norte, pero en la gran masa de los proyectos de VIS que hay en Bogotá y la Sabana no hay burbuja.
Pero sí ha habido un incremento en los precios de la vivienda…
Sí, especialmente en los de muy arriba. En los otros, el crecimiento ha sido en términos reales del 4 al 5 anualmente, que es mucho pero está motivado por la falta de tierra.
¿Qué pasa si la situación en Bogotá continúa?
No creo que Bogotá se vaya a dar el lujo de no habilitar tierra vía renovación urbana, pero si no, en los otros municipios se va a solucionar si bien allí el precio también ha subido por la demanda. Ahora, se habla de burbuja en Bogotá porque en otras ciudades los precios son bastante razonables; de hecho, en algunos son bastante bajos, como en Cali.
INVERSIÓN SOCIAL DE LA EMPRESA
Además de construir vivienda, Arango resaltó que la compañía ha hecho un gran énfasis en convertir la suma de esos hogares en comunidades. Entre otros temas, la compañía se ha encargado de crear programas de capacitación para miembros de los conjuntos en temas como normas jurídicas, contables, financieras y resolución de conflictos mediante un diplomado en administración de copropiedades. El objetivo es que los beneficiados multipliquen los conocimientos adquiridos entre sus vecinos y que se maneje mejor el conjunto residencial.
Cristina Bustamante
cribus@eltiempo.com