La junta directiva de Eco Oro anda de reunión en reunión en Colombia para definir la estrategia de la empresa después de los primeros análisis concretos sobre el impacto de la delimitación del páramo de Santurbán en su proyecto minero Angostura, que está ubicado en el municipio de California, Santander.
Este martes la CEO de la firma, Anna Stylianides; el recién nombrado presidente y jefe de operaciones, Mark Moseley-Williams, y los miembros de la junta estaban reunidos en Bogotá y hoy se desplazarán a Bucaramanga donde se encuentra la oficina principal de la empresa.
A mediados de este año, la firma listada en la Bolsa de Toronto recibió los resultados de la actualización de los recursos estimados e inferidos de Angostura, los primeros, después de que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Territorial redefiniera los límites del páramo de Santurbán, tras un largo proceso que incluyó un mapeo a una escala más detallada (1:25.000) y estudios sociales y económicos.
Los análisis, elaborados por la firma Mineral Industry Consulting International Limited (Micon) y que se pueden consultar en la página web de Eco Oro muestran un leve descenso en las reservas de oro y plata estimadas por la compañía, con relación a los cálculos publicados en el 2012 (ver gráfica).
La consultora estima que las reservas de oro de la minera en 2,21 millones de onzas, una disminución de 15 por ciento con relación al estudio de hace tres años; y las reservas de plata se calculan en 9,36 millones de onzas, es decir, una reducción de 16 por ciento frente a la cifra previa.
En total, entonces, se estima que las reservas de Eco Oro bajaron de 13,7 millones de onzas oro y plata a 11,5 millones de onzas.
Aunque estos recursos son cálculos preliminares, y tienen en cuenta las áreas que se pueden explotar porque quedaron por fuera del páramo, el estudio especifica que todavía falta trabajo para saber cuánto de este mineral se puede extraer en la práctica.
“Con trabajos adicionales y consultas en trámite con las autoridades se espera establecer un marco de trabajo para acceder a los recursos que están próximos al páramo de Santurbán y el Parque Regional de Santurbán, de tal manera que se acaten todas las normas mineras internacionales y las mejores prácticas”, indica el estudio.
Sin embargo, para avanzar en esta exploración al punto de llegar a un estudio de prefactibilidad concreto, la empresa afronta el mismo problema que la mayoría de mineras de su tamaño: financiación.
En agosto, Eco Oro publicó su intención de ofrecer un total de 8,1 millones de acciones a un precio de 0,43 dólares canadienses por acción, con el propósito de recaudar 3,5 millones de dólares canadienses, de los cuales logró la venta de 7,6 millones de acciones con los que obtuvo un total de 3,3 millones de acciones.
De acuerdo con fuentes conocedoras del sector, el bajo precio del oro y las condiciones particulares del proyecto, que aún genera rechazo entre grupos ambientalistas y parte de los habitantes del área metropolitana de Bucaramanga (zona de influencia indirecta del proyecto minero), dificultan que la empresa logre cautivar a los inversionistas a la hora de conseguir capital para continuar con los estudios de prefactibilidad.
Por eso los altos directivos de la compañía estudian estrategias para continuar con el proyecto, que van desde reorganizar su estructura hasta una estrategia más agresiva con los inversionistas.
Lo que sí es cierto es que, si bien el interés de la empresa por el proyecto se mantiene, el futuro de Angostura dependerá de la capacidad de Eco Oro para conquistar nuevos capitales.
Nohora Celedón
@NohoraCeledon