Pedro Gasca es un ‘gocetas’ de la vida. Así lo definen sus amigos y así pareciera mostrarse en cada lugar que visita. Es alguien que sonríe, habla con emoción y transmite amabilidad. Se percibe en una charla por teléfono, cuando les habla en universidades a decenas de estudiantes que quieren escuchar su experiencia o al verlo conversar con sus colaboradores. Se le nota enérgico y emocionado. No solo confirma que se goza la vida: pone en evidencia que esa misma pasión la imprime al liderar uno de los ejemplos de nuevos negocios más notables que hoy tiene el país.
En diciembre del 2015 abrió, de la mano de otros socios, las dos primeras tiendas de Tostao’ Café & Pan. ¿Una panadería más? Eso le criticaron muchos en sus inicios, pues lo veían con la intención de competir con los negocios que por décadas se han mantenido como un sello indeleble de la tradición de múltiples barrios. No obstante, su concepto ha ido más allá y ya suena como la marca registrada de Tostao’ Café & Pan: “queremos democratizar el consumo de café en Colombia”.
Ese ideal con el que empezó la compañía se cumple a cabalidad en el presente. No importa si son las tiendas de Bosa, Soacha o Zipaquirá, las del centro de Bogotá o Medellín, o las del Parque de la 93 en la capital del país. En todas ellas, un tinto de cuatro onzas cuesta los mismos 700 pesos, un tronquito de crema apenas 1.100 pesos y la miniflauta 600 pesos. “Queremos que el producto sea ciento por ciento incluyente, sin estratos.
Es para la gente que se mueve por toda la ciudad y busca tomarse un buen café, comerse un buen pan o disfrutar de un buen snack sin pagar más”, menciona Gasca, quien ejerce como Orientador General.
En la actualidad, Tostao’ Café & Pan tiene 343 tiendas, un número que quizás, esté desactualizado cuando se imprima esta revista. La razón es que la carrera es contrarreloj para cumplir los objetivos trazados por la compañía BBI Colombia (sociedad propietaria de Tostao’ Café & Pan), que busca tener 700 locales para el 2021.
Para lograrlo, la intención inicial permanece intacta. Se nota incluso en los dos locales recientemente abiertos, llamados Tostao’ Estación, aun cuando han sido diseñados con un concepto distinto. Opciones de comida caliente, mesas cómodas y un ambiente diseñado para disfrutar el lugar son sus puntos diferenciadores. Allí, el propósito también es conservar la idea de democratizar el consumo de café de excelente calidad a un precio justo, “entendiendo, además, que no todos caminamos al mismo paso y que no todos los días son iguales”.
Pedro Gasca recuerda con especial detalle la apertura, en el 2017, de la primera tienda en Medellín, en el centro comercial San Fernando Plaza, ubicado en la exclusiva zona de El Poblado. “Nuestro primer cliente fue un lustrabotas. Eso son palabras mayores. Estamos demostrando que no importa el estrato y que nuestro negocio es un
imán para cualquier persona”, afirma.
De La Plata a Tostao’
La infancia y adolescencia de Pedro Gasca se remontan a La Plata, Huila, un municipio cafetero del que conserva los mejores recuerdos y donde creció como el menor de ocho hermanos en el seno de una familia campesina y trabajadora. “Cuando naces en un pueblo donde no hay muchos desarrollos, aprendes a disfrutar la vida con lo que hay, y eso para mí es fundamental”, afirma el directivo de 48 años.
De ahí que, como él mismo lo indica, mantenga esa capacidad de sorprenderse y de ser feliz con pequeñas cosas. Hoy disfruta de la naturaleza, de la montaña, de la sencillez y de retirarse a disfrutar de lo básico con su hijo de 23 años y su pareja. “No todo tiene que ser tan complejo para darte felicidad”, dice.
Emigró a la capital para ser ingeniero industrial, lo que complementó después con estudios en finanzas y un MBA. Después de trabajos en los sectores de telecomunicaciones y aeronáuticos, aterrizó en BBI Colombia para liderar no solo Tostao’ Café & Pan, sino las otras dos divisiones de la compañía: la tostadora de Café Kumanday y una exportadora de cafés de origen especial.
Su impronta como líder va calando en los más de 1.000 colaboradores que tiene la empresa. El modelo de autogestión, en el que no se requieren jefes para lograr los objetivos, ya es la norma en la organización y un aspecto del que Gasca es un convencido y en el que fundamenta el futuro de la firma. “Debemos seguir haciendo las cosas bien, tener enamorados a los clientes con la misma calidad”, comenta.
En este proceso de expansión, para Gasca hay muchos elementos importantes. Mercado inclusivo, decisiones en red, compromiso social tanto al interior como hacia afuera de la
empresa, generar confianza para que cada persona haga de la mejor forma su trabajo y un excelente servicio al cliente se conjugan en la receta.