La tarea que tiene por delante Colombia para superar las deficiencias que posee en investigación e innovación son inmensas, pero cuenta con una de las herramientas más importantes para superarlas, el recurso humano.
Así remató ayer una conferencia en Bogotá el asesor internacional Zoihar Ginosar, quien fue invitado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), para que explicara sus ideas ante representantes de algunas empresas sobre los parámetros que debe tener la innovación tanto en el sector privado como público.
Cabe recordar que el Gobierno ha definido la innovación como una de las cinco locomotoras para alcanzar niveles de desarrollo y poner al país en niveles que superen los problemas de pobreza y competitividad.
Según el experto, si bien Colombia no está en los primeros niveles de innovación y tecnología que miden organismos como el Banco Mundial, la semilla es buena y ha visto buenos ejemplos de querer hacer las cosas bien en ese sentido, tanto en empresas como en el sector público.
De acuerdo con Ginosar, la innovación no es una chispa que les nace a los iluminados, sino que requiere un programa definido de objetivos y alta inversión mediante el aumento del gasto público.
Tampoco, dijo, lo puede hacer una sola persona u organización ni que necesariamente precise expertos, sino la reunión de profesionales de diversos niveles, los cuales, sin embargo, deben actuar y llegar a objetivos comunes en los que las tendencias del mundo externo y el bienestar de la sociedad que los circunda estén como premisas principales.
Agregó Ginosar que, por fortuna, Colombia cuenta con una población joven, que tiene acceso a las nuevas herramientas de la tecnología y puede lograr un buen nivel de innovacción en los productos y en la ciencia, si se fijan metas de mediano y de largo plazo.
También recomendó usar métodos que han usado grupos de trabajo en otros países y empresas del exterior para lograr niveles de innovación, y son las lluvias de ideas y el diseño de ‘jardines de observación’ donde se interactúa con los consumidores y los usuarios, con el fin de conocer lo que éstos quieren y necesitan en cuanto a productos y los servicios que el Estado se encuentra obligado a suministrarles.