Es más, la temporada de vacaciones dinamiza la demanda de estos productos, debido al alto volumen de viajeros que aprovecha la temporada de fin de año para salir a zonas afectadas por la presencia de mosquitos, zancudos y otros bichos.
Y no es para menos, ya que estos insectos no distinguen estrato socioeconómico. Basta con ver su alacena para entender por qué Euromonitor calcula que las ventas de estos productos llegarán a 397.773 millones de pesos al cierre de este año, monto que evidencia un crecimiento del 44 por ciento en el mercado desde el 2008, cuando estaba avaluado en 276.569 millones de pesos.
Esto, claro está, sin contar en estas cifras a los repelentes de insectos, que se utilizan en la piel para mantener a los insectos alejados.
Entre las particularidades del mercado, se encuentra un comportamiento atípico en la distribución de las ventas, pues mientras en la mayoría de las categorías es común que el mayor porcentaje se concentre en Bogotá, en este caso la capital solo participa con alrededor del 25 por ciento, y son las costas Pacífica y Atlántica las plazas más importantes para estos productos, ya que el clima cálido facilita su reproducción.
Así las cosas, es claro ver cómo la llegada de turistas a ‘tierra caliente’ por la temporada vacacional hace de esta época un festín para las empresas que producen insecticidas. “Las ventas pueden incrementarse alrededor de 10 por ciento en esta temporada, que no es una cifra despreciable”, asegura Ana María Giraldo, gerente general de Industrias Katori, la tercera compañía con más participación en la categoría y la única colombiana en el privilegiado top 3.
Sin embargo, Jaime Concha, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Cosmética y de Aseo de la Andi, aclara que muchas de las personas que adquieren insecticidas pertenecen al interior del país.
De acuerdo con Euromonitor, la compañía con mayor participación en este mercado es SC Johnson, que con las marcas Raid y Baygon abarca el 58,6 por ciento del mismo (cifras al cierre del 2012). A la multinacional le siguen Reckitt Benckiser (6,7 por ciento de las ventas) e Industrias Katori (2,2 por ciento).
RADIOGRAFÍA DE UNA COMPRA
Uno de los criterios más importantes a la hora de adquirir un insecticida en Colombia es el precio, y es el ama de casa quien decide hacerlo, como una forma de cuidar a su familia.
“Lo que más se vende son los productos para combatir insectos voladores (como los mosquitos y moscas), que tienen 54 por ciento de participación; luego están aquellos que combaten a los insectos rastreros, con 37 por ciento y, finalmente, los matapulgas, con 7 por ciento del mercado”, añade María Elena Badillo, de laboratorios Cofarma.
Aunque en el mercado hay variedad de referencias, los aerosoles son los reyes de las ventas, ya que representan el 64,6 por ciento del mercado; a estos les siguen los insecticidas eléctricos (que se conectan y mantienen alejados a los mosquitos), que participan con el 33,2 por ciento de las ventas.
Eso sí, de acuerdo con la vocera de Industrias Katori, en las áreas rurales persiste una marcada preferencia por los productos en espiral, que representan el 70 por ciento de sus ventas. De hecho, la compañía está realizando un plan de inversiones para comenzar a exportarlos a mercados como Centroamérica y Europa.
De acuerdo con Euromonitor, la mayor parte de las ventas de insecticidas se realiza en pequeñas tiendas independientes (46 por ciento), aunque los supermercados (23,1) e hipermercados (26,9) también han ganado terreno. En cuanto a las proyecciones de la categoría, la firma de investigación de mercados señala que llegará a 506.835 millones de pesos en el 2017, lo que significa que tiene un crecimiento previsto de 27 por ciento en valor para los próximos cuatro años.
SOBRE EL POSCONSUMO
Dada la magnitud del mercado, la Cámara de la Industria Cosmética y de Aseo de la Andi adelanta junto con sus afiliados una estrategia para recolectar los envases de insecticidas, con el objetivo de disponer de ellos de manera adecuada.
“Vamos a terminar el año recogiendo 1.500 kilos, lo que puede representar apenas el 10 por ciento de lo que se vende”, indicó el director de la Cámara, a la vez que agregó que esperan incrementar la recolección en 50 por ciento cada año.
Cristina Bustamante
Redacción Portafolio