La mira de Konfirma está enfocada en buscar el contrato para la gestión catastral de los predios que se necesitan para construir el metro de Bogotá. Ese sería uno de los negocios que permitirían que esta firma antioqueña, fundada en el 2010 por una alianza entre la Cámara de Comercio de Medellín y el Grupo Cadena, crezca a un 40%. Su presidente, Sergio Jaramillo, cuenta sus planes, que incluyen profundizar la internacionalización.
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¿Cómo se dio la alianza que originó la fundación de Konfirma?
Acá, la Cámara y Cadena van por partes iguales. Las dos se dieron cuenta de que ambas se dedicaban al negocio de la información. En el caso de la Cámara, por la administración de los registros públicos a su cargo y Cadena porque su negocio fundamentalmente está asociado a la administración masiva de información. Las dos administran plataformas de información sofisticadas, que les permiten gestionar adecuadamente altísimos volúmenes de información.
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Esta la pueden tener nuestros clientes, terceros, o estar en fuentes públicas. Nosotros la integramos, generamos conocimiento con ella y acompañamos a los usuarios para operar procesos sensibles a la seguridad jurídica.
¿Cómo se aplica esto?
Una de las formas es acompañar en la preparación de pliegos de condiciones a las empresas del Estado cuando se reciban las ofertas de las licitaciones. Evaluamos a los participantes y recomendamos quién debe ser el ganador.
¿Eso va, entonces, más allá de la debida diligencia?
Mucho más allá. Dos credenciales muy importantes tenemos en este negocio: la operación que terminamos hace dos años con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para evaluar a todos los participantes en las concesiones de 4G, que hoy están en plena ejecución y en ningún caso ha habido cuestionamiento por temas de transparencia. En total, adjudicaron proyectos por 54 billones de pesos.
De manera más reciente, acompañamos a la Fiduprevisora en la selección de los operadores del servicio de salud para los maestros; en total evaluamos más de 450.000 documentos, en 6 meses, con un equipo de 110 personas, porque había que verificar documentalmente cada uno de los servicios que se pretendía prestar a los docentes.
¿Cuál es su segunda línea de negocios?
La de gestión predial, donde acompañamos a compañías de infraestructura lineal, como las de transmisión eléctrica, de carreteras y de construcción y administración de ductos y oleoductos, para adquirir predios que necesiten.
¿Hasta dónde llega su función allí?
Hacemos operación en campo para identificar físicamente, hacer estudios de títulos, avalúos y negociación con los propietarios de cada inmueble. Nuestro cliente más importante es el Grupo de Energía de Bogotá, al que le operamos unos mil predios por año. Además, hemos acompañado a firmas tan importantes como EPM, ISA, Isagen, Cementos Argos y Promigas.
¿Y el tercer negocio?
Lo llamamos de relacionamiento con terceros. Lo que hacemos es acompañar a nuestros clientes para que se relacionen de una manera segura, transparente y confiable con todos los terceros con los que tienen vínculo, pudiendo ser clientes, aliados, empleados o proveedores. Hacemos un análisis de debida diligencia sobre las capacidades jurídicas, financieras y los riesgos reputacionales –como lavado de activos, financiación del terrorismo y soborno internacional–. Podemos acudir a 340 fuentes de información pública, incluida la judicial.
¿Qué tanta demanda tiene esa última línea?
En el 2018, hemos hecho 299.124 análisis y el 34% implica algún reporte positivo de riesgos, desde multas de tránsito hasta temas complejos, como el hecho de que estén inscritos en la ‘Lista Clinton’.
¿Qué tan grande es su operación?
El año pasado terminamos con 108 clientes, una facturación cercana a $14.000 millones y 277 empleados que trabajaron por proyectos. Este año, aspiramos terminar con unos 150 clientes permanentes, 350 empleados en picos de producción, crecer 39% en ingresos y ganar dos puntos a la utilidad bruta para terminar con 36%.
El 2017 ya había sido excepcional para Konfirma en comparación con el 2016: crecimos en ingresos 53% y la rentabilidad bruta fue de 34%.
¿Por qué les fue tan bien?
Porque tomamos la decisión de desligarnos un poco de lo local y tener un alcance nacional. Hasta el 2016 operábamos solo en Bogotá, Medellín y Cali.
¿Cómo crecerán?
Estamos apalancándonos en tres cosas: en primer lugar, empezaremos a introducir a nuestros análisis de riesgos tecnologías propias de la inteligencia artificial; además, le estamos apostando fuertemente a la licitación abierta por el Metro de Bogotá para el proceso de gestión predial. Este sistema tiene que gestionar 939 inmuebles para la construcción de la linea y las estaciones. Y tercero, le apostamos a acompañar proyectos especiales en la formalización de baldíos y la debida diligencia de los activos que están en proceso de extinción de dominio.
¿Alguna inversión específica en la mira?
Estamos empezando a replicar nuestro modelo de gestión de riesgos a países cercanos. Ya tenemos dos pequeñas operaciones en Perú y Panamá, lo cual implica inversiones por dos millones de dólares adicionales en tecnología.
¿Habrá más internacionalización?
Les estamos apostando a Ecuador, Perú, Bolivia, Panamá, Costa Rica, El Salvador y Guatemala. Todavía no tenemos oficinas comerciales allí, pero en los próximos dos años debemos tener presencia permanente en esos países.