Tres meses después de que Cormagdalena y la firma Navelena suscribieran la liquidación del contrato para la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, debido a las dificultades de la firma producto del escándalo de la brasileña Odebrecht, el Gobierno ordenó la liquidación judicial de dicha empresa.
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Mediante el auto 400-000601, la Superintendencia de Sociedades decretó la apertura de este proceso, considerado dentro de la ley de insolvencia empresarial (Ley 1116 del 2006).
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El punto de partida de dicha determinación fue la solicitud de la Delegatura de Inspección Vigilancia y Control, según la cual “se han advertido circunstancias que justifican evaluar, en mayor detalle, la situación administrativa, económica, jurídica y contable de la sociedad”.
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En concreto, de acuerdo con esa oficina, con base en los reportes se pudo determinar que Navelena está en una situación crítica, pues presenta obligaciones vencidas a más de 90 días, que superan el 10 por ciento del pasivo social.
Además, la sociedad ha quedado imposibilitada para desarrollar su objeto social.
La delegatura añadió que la información reportada por la sociedad es preliminar y debe ser verificada, ya que los estados financieros de los últimos ejercicios no han sido todavía dictaminados por el revisor fiscal.
“Esta situación es particularmente preocupante puesto que la protección adecuada de los acreedores requiere de una información que refleje fielmente la situación patrimonial de la compañía”, dice la Súper en un comunicado.
Sin embargo, esta autoridad adelantó que, en el expediente que lleva su despacho sobre esta compañía, reposan acciones judiciales en curso, así como litigios eventuales que podrían afectar aún más su situación financiera.
Como liquidador se designó al ex superintendente de Industria y Comercio, Emilio José Archila Peñalosa.
Los acreedores podrán presentar sus reclamaciones económicas ante Archila y el equipo que él conforme, allegando pruebas de la existencia y cuantía de las mismas, de acuerdo con lo señalado por el delegado para Procedimientos de Insolvencia, Nicolás Polanía, en el auto que indica el comienzo de la liquidación judicial.
La situación de Navelena se agravó durante el 2017, debido al escándalo de corrupción en que se vio inmerso el conglomerado brasileño Odebrecht, uno de sus socios.
Por esta razón los bancos le voltearon la espalda y no pudo lograr el cierre financiero del proyecto para asegurar la navegabilidad del río Magdalena, y ello fue determinante para que en octubre pasado se diera por liquidado el contrato con Cormagdalena.