La producción de libros infantiles y juveniles en América Latina está en auge, pese a la crisis que atraviesa el sector editorial desde hace varios años. Según el Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2013, la producción en la región se ha duplicado en los últimos cuatro años, mientras que en España sigue decreciendo.
El Anuario, publicado a principios de abril por la fundación SM de España, muestra que a partir del 2008 las editoriales latinoamericanas pasaron de publicar unos 5.000 títulos infantiles al año a 10.000, sin contar Brasil (uno de los países más prolíficos de la región). En el 2011, unos 10.400 títulos fueron registrados, lo que representa un incremento del 27 por ciento de la producción, con respecto al periodo anterior, cuando se editaron 8.931.
El panorama en España, sin embargo, es oscuro. En ese país, la producción de este tipo de libros descendió 11,5 por ciento entre el 2006 y el 2011, periodo en el que se pasó de editar 60 millones de ejemplares a 53,1 millones. El descenso frente al 2010 fue de 1,2 por ciento.
“Este suceso se da en consonancia con el crecimiento económico de nuestra región y por el hecho de que países como Perú y Ecuador estén nutriendo esa producción –dice la directora global de Literatura Infantil y Juvenil de Norma-Carvajal, Hinde Pomeraniec–. De hecho, las editoriales de origen español comienzan a mirar las producciones locales con mayor atención”.
Colombia, por su parte, mantiene el tercer lugar de producción en la región, con una representación del 11 por ciento del mercado infantil y juvenil en el 2011, antecedido por Argentina (38 por ciento) y México (21 por ciento).
“La angustia que ha generado la transformación del libro en papel a libro digital ha hecho que las editoriales del país y la región se refugien en la oferta de libro infantil y juvenil”, señaló el director de la Cámara Colombiana del Libro, Enrique González Villa, quien destacó que el país se caracteriza por la calidad de sus productos. “Este es un formato que, por ser ilustrado y a color, se va a seguir produciendo en papel durante muchos años”.
González también advirtió que la industria editorial infantil ha tenido un crecimiento importante en los últimos dos años, debido a las grandes inversiones del gobierno en programas de fomento a la lectura.
Solo en el 2010 y el 2011, los ministerios de Cultura y Educación, junto con el Bienestar Familiar, han invertido 46.000 millones de pesos para dotar bibliotecas públicas, escolares y de hogares.
María Alejandra Pautassi
Economía y Negocios