El día de ayer, la salida de La Polar de Colombia tomó un nuevo rumbo. Luego de que hace unos meses pusiera a la venta sus propiedades en el país, la Superintendencia de Sociedades decretó la apertura de un trámite para su liquidación judicial.
El anuncio se da luego de que en febrero, 4 años después de su entrada al mercado local, La Polar hiciera pública su decisión de salir de Colombia argumentando que era incapaz de seguir fondeando la operación.
De acuerdo con la Superintendencia de Sociedades, a abril de este año “la sociedad registra un nivel de pasivos de 89.640 millones de pesos, activos por 63.446 millones de pesos y un patrimonio negativo de 26.194 millones de pesos”, por lo que se designó a Francisco de Paula Estupiñán, antiguo presidente del Banco Agrario y exministro de Agricultura, como liquidador de la misma.
Según explicó la Supersociedades, “con la apertura del trámite de liquidación judicial se busca la protección del crédito y la recuperación y conservación de los activos de la empresa”, y agregó que la firma “conservará su capacidad jurídica exclusivamente para desarrollar los actos necesarios tendientes a la inmediata liquidación del patrimonio”.
Al respecto, fuentes cercanas al proceso le dijeron a Portafolio que en el mismo estarían implicados alrededor de 160 empleados en Bogotá, 10 bancos y 500 proveedores. De estos, los dos últimos serían los actores afectados en este proceso que podría tomar hasta año y medio para finalizarse, lo que depende de “la calidad de los activos y la posibilidad de volverlos líquidos (...) En este caso, en su mayoría deben ser inventarios y la cartera de la tarjeta de crédito”, señalaron.
Preocupación
Luego del anuncio, las reacciones no se han hecho esperar, especialmente por parte de los acreedores, quienes temen por el futuro del capital que se les debe.
Es el caso de Hormigón Reforzado, compañía que en abril de este año tenía embargados los locales La Polar en el barrio La Floresta y el Centro Comercial Centro Mayor (ambos en Bogotá). De acuerdo con el ingeniero Hernán Rojas, gerente general de la mencionada empresa, la chilena les debe poco menos de dos mil millones de pesos por las adecuaciones hechas a las tiendas de Yopal (Casanare) y Palmira (Valle).
“Nos enteramos de que en enero los chilenos se llevaron de regreso a su país algo así como 9.700 millones de pesos (...) Nos habían dicho que la liquidación iba a ser muy sana porque los activos y los pasivos eran iguales, pero nos da la impresión de que no va a alcanzar ni para el 50 por ciento”, agregó el directivo.
Por esta razón, Rojas se mostró preocupado y dijo que están dispuestos a llevar el proceso más allá de la responsabilidad local. “Nos sentimos muy engañados porque siempre nos dijeron que tenían el apoyo de Chile y finalmente no lo tuvieron. Entonces, vamos a querer ir hasta las últimas consecuencias. Pensamos que Chile nos tiene que responder; hay un par de antecedentes jurídicos de este tipo”, dijo.
En términos generales, La Polar alcanzó a operar 6 puntos de venta en el país que superaban los 25.600 metros cuadrados de área comercial. De acuerdo con sus reportes, la firma alcanzó a tener alrededor de 46.300 tarjetas de crédito en Colombia, con un saldo promedio de 190 mil pesos chilenos (alrededor de 696.074 pesos colombianos).