Voceros de la multinacional Hewlett-Packard le confirmaron este miércoles a Portafolio el cierre de sus oficinas en Medellín. La noticia había sido difundida en redes sociales, pero no había existido un pronunciamiento oficial.
“Aunque nuestras oficinas están cerradas en Medellín, nuestros negocios continúan operando como hasta ahora, normalmente, en Colombia. Tanto los clientes como nuestros socios continuarán recibiendo el mismo excelente servicio al que están acostumbrados”, le respondió un portavoz de la firma desde Estados Unidos a este diario.
La salida de esta empresa ha sido interpretada como un revés importante en el propósito de atraer inversiones, y sobre todo las que tengan que ver con desarrollo de tecnología. Más si se tienen en cuenta las expectativas que generó su ingreso, desde mucho antes de que se instalara en Ruta N, en diciembre del 2012.
Incluso, el 14 de julio del 2010, el propio vicepresidente de Estrategia y Desarrollo Corporativo de la multinacional, Gerard Brossard, viajó a Medellín para anunciar la apertura de un Centro Global de Servicios. El plan era empezar ocupando piso y medio del complejo tecnológico de Ruta N en el norte de la ciudad, con 150 empleados para brindarles servicios a las pymes de la región Andina que atiende la compañía, así como en la tercerización de servicios para clientes mundiales. Y la idea era evolucionar hasta ocupar 10 niveles, con 1.125 trabajadores en los cinco primeros años. La contraprestación por las condiciones favorables que le ofrecieron era que generara de empleo y que se diera una transferencia de tecnología.
“Lo estamos haciendo como compañía que cree en el país y le apuesta a su desarrollo y crecimiento. Es nuestro compromiso de ciudadanía global”, dijo el gerente de HP Colombia, Eduardo Rueda, cuando un medio regional le preguntó si no era una apuesta muy arriesgada.
La esperanza de muchos a nivel local era que los resultados fueran tan buenos que se animara con la instalación de un centro de ensamblaje de computadores.
No obstante, dos años y medio después, HP apenas llenó un nivel, con 150 empleados. El portal Nearshore Americas, asegura que un alto ejecutivo le dijo que “la apertura de esta sede en Medellín fue un error desde el principio” que habría sido presionado por la exsecretaria de Estado de Estados Unidos Condoleezza Rice, quien fungía entonces como consultora de HP y se comprometió con el presidente Álvaro Uribe.
“Estos cambios son parte de una estrategia que cualquier compañía puede tomar con el fin de fomentar los equipos más grandes con una masa crítica y recursos concentrados en menos lugares. Esta estrategia aprovechará una colaboración más estrecha en toda la organización”, le dijo ayer el vocero de HP a Portafolio.
Por su parte, el director de Ruta N, Juan Camilo Quintero, enfatiza que, literalmente, HP no se va, sino que mantendrá la operación y la relación laboral con sus 150 trabajadores a través de BPS Americas, una firma de tercerización en la que participan el grupo Carvajal y ETB.
“Cuando ellos llegaron el único compromiso fue un contrato de arrendamiento, no se comprometieron con un número de empleos. Lo que entendemos es que ellos decían que iban a crecer en la medida en que salieran negocios globales que al parecer no han salido”, dijo. Y explicó que las conversaciones para ambientar el cambio se iniciaron el año pasado con Rueda. El acuerdo contempla que Ruta N disponga del espacio que no ocupó, pero HP responde por los tiempos muertos de alquiler hasta cumplir el contrato.
Añadió que si bien la presencia de la multinacional fue muy importante al arranque del complejo tecnológico porque le dio visibilidad internacional, ya hay más de 60 empresas y de ellas el 58 % son extranjeras, de 14 países. “Ruta N cogió fuerza propia y es reconocida internacionalmente”, puntualizó.
‘MEDELLÍN CUMPLIÓ': QUINTERO
El director de Ruta N, Juan Camilo Quintero, insistió ayer en que la decisión de HP no fue porque le hubieran incumplido en Medellín o porque Ruta N no haya funcionado.
Informó que los espacios que quedan libres serán ocupados por 10 nuevas firmas que llegan. El presupuesto del complejo este año son 130.000 millones de pesos. Además, saldrá a concurso una Alianza Público-Privada para una segunda etapa que ocupará 28.000 metros cuadrados, con costo de 105.000 millones de pesos. La primera piedra se pondría entre noviembre y diciembre.
Néstor Alonso López
Redacción Portafolio