Dentro de pocos días, usted podrá solicitarle a Tappsi que le lleve o le traiga ese paquete que necesita ‘de afán’. También podrá comprobar con un ‘chip’ instalado en los taxis - y un código disponible en su aplicación - si el carro que solicitó es seguro, antes de subirse.
La primera ‘app’ del país que conectó a los ‘amarillos’ con sus clientes, la que más carreras ha realizado y una de las más innovadoras de América Latina, sigue siendo una ‘caja de sorpresas’. La palabra clave es innovación.
Contra todos los pronósticos, Tappsi dio un paso atrás - en lo que muchos describirían como la ‘evolución tecnológica’ obvia- para dar dos más adelante.
Por ejemplo, en Cali se pueden solicitar los servicios ¡por mensajes de texto!
La explicación de su dueño es muy sencilla: “a pesar de que en Colombia la penetración de los smartphones sigue creciendo, hoy solo el 30 % de colombianos puede descargar nuestra ‘app’. Es decir, no le estamos llegando al 70 % restante”, explica Juan Salcedo, uno de los emprendedores que un día pensó Tappsi.
Salcedo confirma que Bogotá contará pronto con esta opción que hasta el momento es una prueba piloto perfeccionándose por las calles de la capital de Valle.
Otras de las ‘buenas nuevas’ con las que Tappsi ha estado consintiendo a sus usuarios son, el pago de la carrera con tarjeta de crédito y la opción que tienen quienes se suben a los ‘tappsis’ de compartir con sus contactos un mapa en vivo con la ruta que se está llevando a cabo.
Es este ‘paquete’ de innovaciones el que la aplicación colombiana quiere que disfruten Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cartagena, Cali y Bucaramanga.
Pero así como en su momento las fronteras de la capital no fueron un inconveniente, los límites nacionales tampoco frenaron a esta exitosa aplicación. Quito y Lima son las primeras ciudades extranjeras en las que la 'app' se prueba, y ‘salto’ fronterizo que ya arroja resultados: en la capital peruana, en donde hace nueve meses se inauguraron, más de 2.000 taxis utilizan la ‘app’ y en Ecuador – en donde están hace tres meses - ya son más de 1.000.
“Aunque en estas ciudades no es tan masificado el uso del taxi como en Bogotá, son metrópolis que comparten casi las mismas problemáticas de seguridad y movilidad. Ahí hay una oportunidad”, enfatiza Salcedo.
LA BOGOTÁ QUE LE DIO VIDA A TAPPSI
Es precisamente ‘seguridad’ lo que ha motivado desde sus inicios a la aplicación.
“Antes era una costumbre llamar a la mamá a decirle las placas del taxi en el que uno iba. Por eso, les dimos a nuestros usuarios la posibilidad de compartir las placas con otros contactos desde nuestra ‘app’. Siempre buscamos ajustarnos a las necesidades del mercado colombiano”, cuenta Juan Salcedo.
¿Y qué tiene que hacer un taxista para trabajar con Taapsi? Después de registrarse, deben entregar papeles como la cédula, la tarjeta de propiedad y el pase. Tappsi revisa, no solo que el carro efectivamente esté trabajando para una compañía de servicio público de transporte, sino que averigua los antecedentes, el récord del Runt y el pasado judicial del conductor.
Luego de que el taxi queda activado en la ‘app’, su dueño inicia un entrenamiento para que entienda cómo funciona Tappsi y cómo tratar a los clientes. Una vez trabajando con la aplicación, los ‘tappsistas’ también reciben clases de inglés y de turismo en Bogotá.
Este largo proceso es otra de las maneras como la ‘app’ minimiza los riesgos que un usuario enfrenta al subirse a un taxi, uno de los tantos imprevisibles al que cualquier ‘pato’ se somete al subirse a un carro.
Pero esa no era la única falencia que el emprendedor, junto con Andrés Gutiérrez - el segundo cofundador - vio como opción de negocio.
Para entonces, la conexión entre taxistas y usuarios era por medio de radioteléfono, un sistema que no permitía identificar dónde estaba el conductor y qué tan cerca se encontraba del cliente que solicitaba el servicio.
Consultando con varios taxistas, Salcedo y Gutiérrez se dieron cuenta que de 10 carreras, una le servía a cada conductor y se la tenía que ‘pelear’ con otros cinco colegas. La tecnología GPS fue la solución para gestionar un servicio más eficiente.
Juan tampoco niega que los problemas de Bogotá fueron el escenario perfecto para Tappsi. “Bogotá tiene un problema de infraestructura grave. La verdad es que no se ven mejoras o soluciones de fondo. El metro todavía está lejos y aun no se sabía si se va a dar. Claramente el taxi, a no haber un servicio de transporte eficiente, la gente se ve obligada a tomarlo”.
Al ser un servicio ‘vital’, como lo cataloga Salcedo, es imposible de frenar. Y un ejemplo de ello para el emprendedor es la protesta de los usuarios de hace unas semanas que pretendía motivar a los capitalinos a no subirse a un taxi durante 24 horas. La iniciativa se hizo sentir con tanta fuerza en redes sociales que los medios estuvieron pendientes en las calles de lo que esperaban fueran decenas de ‘amarillos’ estacionados y frustrados. Pero nada sucedió.
“Yo entiendo que no todos se portan bien pero en el fondo la mayoría son buenos. Lo que pasa es que sus condiciones de trabajo son difíciles. Estar 12 horas en un carro, sin facilidades sanitarias y lidiando con el tráfico de una ciudad tan caótica como Bogotá no es fácil”.
Intentando romper con estos estigmas, Tappsi motiva a sus conductores para que, por ejemplo, trabajen más el día sin carro, una jornada que se repite este año el próximo miércoles.
Pero también responde con dureza cuando, utilizando la aplicación, los taxistas no hacen bien su trabajo. Cuando adulteran un taxímetro, cuando cobran extra, cuando tienen una mala actitud, Tappsi los sanciona. Puede sacarlos de su radar durante un día, mientras revisa y evidencia la revisión de su taxímetro o los exilia de por vida.
Los usuarios ayudan a que haya un filtro correcto de ‘tappsistas’ al calificar el servicio al final del trayecto. Según Salcedo, como todas las funcionalidades que su aplicación ha adoptado, esta es una que tampoco deja de crecer. Hoy, del 30 % al 40 % de los clientes se toman cinco minutos de su tiempo para registrar qué tan bueno fue el servicio.
CUATRO REALIDADES QUE EL EMPRENDEDOR NO DEBE PASAR POR ALTO
Juan Salcedo también habló sobre emprendimiento, aquello que ‘puso a andar’ Tappsi y que, según él, se lleva en la sangre. Para Juan, emprender es querer solucionar, mejorar la calidad de vida de la gente. “Es muy satisfactorio estar impactando tanto a la gente de manera positiva”.
Y para este emprendedor, Colombia es un buen telón de fondo. “El país está motivando fuertemente el emprendimiento, lo dicen sus reconocimientos a nivel mundial. Nosotros somos un claro ejemplo de los resultados que han tenido los esfuerzos del Gobierno”.
Según Juan, el Estado le está dando prioridad a una visión más global para solucionar problemas locales, algo de lo cual – afirma – se están dando cuenta los inversionistas.
Pero Salcedo no niega que el camino del emprendedor, aunque suele ser muy atractivo en un inicio, es pedregoso y exige mucho de quien decide recorrerlo. Para él, estas son cuatro realidades de las que tiene que ser consciente quien decide ‘lanzarse al ruedo’:
1. No es fácil. Desde un inicio, las dificultades y obstáculos - que cada vez piden más del emprendedor – están presentes y siguen ahí, incluso cuando ya se está al otro lado del camino.
2. Pueden haber muchas ideas, lo importante es ejecutarlas. Los emprendedores suelen tener decenas de proyectos en mente, pero solo cuando estos planes sean palpables cobran relevancia.
3. En el momento de ejecutarlas hay que verlas desde los ojos del usuario. La inversión es muy grande como para darse cuenta que eso no era lo que los clientes querían hasta el final. Por eso, según Juan, es indispensable ajustarse a las exigencias del mercado desde que se piensa la idea.
4. Si usted soluciona el problema del cliente y ese cliente quiere volver a utilizar su solución, ya ganó. Para Salcedo, esta es la clave del éxito de cualquier emprendedor: la fidelidad que logra en quienes logra atraer.
Ana María Gutiérrez L.
@GutierrezAnaMa