En medio del difícil proceso que enfrenta Colombia por cuenta del fenómeno de ‘El Niño’, el presidente de Celsia, Ricardo Sierra, una de las principales generadoras de energía del país, dice que ahora se deben aunar esfuerzos para superar la crisis y una vez superada se debe examinar el mercado de la electricidad. Sierra habló con Portafolio.
Las generadoras térmicas están siendo vistas como las ‘malas del paseo’ en esta coyuntura del sector eléctrico. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Las térmicas están respondiendo. A diferencia de ‘El Niño’ 91/92, los activos están disponibles para operar y, tal y como lo han hecho en situaciones recientes de escasez, están soportando en gran parte la demanda eléctrica del país y permitiendo que se embalse en las hidroeléctricas. Entre septiembre y octubre de este año, este parque térmico, que representa el 30% de la capacidad instalada, ha suministrado un 39 % de la demanda.
¿Cómo está preparada Celsia para ayudarle al país a enfrentar el fenómeno de ‘El Niño’?
En Celsia tenemos 1.852 MW de capacidad instalada, de los cuales 340 MW operan actualmente con líquidos (con posibilidad de funcionar con gas natural) y 437 MW con gas natural.
Además, con el objetivo de que nuestros activos térmicos se encontraran en plena disponibilidad de operar en esta coyuntura, la compañía realizó el mantenimiento mayor de todas sus unidades entre mayo y julio de este año, lo que ha garantizado el trabajo continuo de todo nuestro parque térmico. De igual forma, ha procurado la contratación de la mayor cantidad de gas natural disponible para generación y hemos importado más de 1 millón de barriles de diésel en el 2015.
Mucha gente hace preguntas sobre qué se hizo con los recursos del cargo por confiabilidad. ¿Qué responde?
En Zona Franca Celsia, que es donde tenemos una operación de gas y líquidos, se recibieron en los últimos 8 años ingresos de cargo por confiabilidad por 878 mil millones de pesos y se destinaron a costos fijos e inversiones en capacidad y logística de almacenamiento más de 1,2 billones, es decir, la compañía ha invertido en su infraestructura y en la operación mucho más de lo que ha recibido por cargo por confiabilidad.
¿Cuál es el problema entonces?
Es importante la pregunta para aclarar que el cargo por confiabilidad remunera la inversión de capital realizada para la instalación de las plantas, así como los costos fijos necesarios para garantizar la plena disponibilidad de los activos. Por su parte, el precio de escasez debe remunerar los costos variables de operación durante el periodo crítico, efecto que no está logrando.
La combinación de un precio de escasez con problemas en su formulación asociados al combustible usado como referencia, así como los impuestos a los combustibles líquidos y la ausencia de gas natural, flexible y con precios competitivos para generar, ha ocasionado la situación actual de crisis de todas las plantas térmicas que operan a líquidos del sistema.
¿Por qué se generó esta situación?
En este momento se conjugan la ocurrencia de un fenómeno de ‘El Niño’ extenso e intenso luego de dos años de sequía, los cambios estructurales en la oferta de gas natural y los problemas en el precio de escasez.
¿A quién le cabe responsabilidad en esta situación?
No es momento de buscar responsables. La labor de todos debe centrarse en que el país tenga el suministro de energía necesario para pasar la sequía. Es importante acompañar las medidas expedidas por el Gobierno y la Creg para solventar la crisis.
¿Qué propone para superar esta situación y qué correctivos se deberían tomar?
Se requiere el apoyo a las medidas tomadas por el Gobierno Nacional que tienden a garantizar el cubrimiento de la demanda eléctrica. Adicionalmente, es importante el compromiso de las compañías generadoras para continuar generando, como lo hemos hecho nosotros, con todas nuestras centrales, tanto térmicas como hidráulicas.
Una vez superada esta situación, se debe abrir un espacio de reflexión para que conjuntamente los generadores, los comercializadores, los usuarios, los gremios, los industriales y el Gobierno revisemos aspectos esenciales del mercado de electricidad, especialmente, lo relacionado con la generación térmica.
¿Qué le responde a quienes aseguran que un racionamiento de energía es inevitable?
Esperamos que las medidas tomadas por el Gobierno Nacional sean suficientes para poder contar con la máxima oferta térmica posible. Igualmente, es importante que los aportes hidrológicos se mantengan y que la demanda contribuya con un uso racional del agua y la electricidad. Hemos venido realizando campañas en este sentido.
¿Cómo van ustedes financieramente?
Esta situación ha sido difícil para el parque térmico del país que opera a líquidos y por eso la importancia de las medidas tomadas recientemente. Respecto a Celsia, la situación actual tendrá impacto en los resultados que podremos mitigar en parte, con nuestra diversificación geográfica y la presencia en el negocio de distribución.
¿Qué proyectos adicionales vienen en camino?
La compañía obtuvo la licencia ambiental para el desarrollo de Porvenir II (352 MW) y San Andrés (20 MW); igualmente, trabaja en un portafolio de nuevas centrales que incluyen, entre otros, la generación a carbón. De igual forma, estamos activamente apoyando el desarrollo de las energías renovables en Colombia, tanto solar como eólica, y en el negocio de distribución recientemente resultamos adjudicados en tres licitaciones de expansión y fortalecimiento del sistema de transmisión regional en la Costa Caribe colombiana, dentro del Plan5 Caribe.
Sin embargo, los resultados financieros asociados a esta situación seguramente harán revisar la estrategia de crecimiento en el país.
¿Qué lecciones deriva de todo lo ocurrido en estas últimas semanas?
El marco regulatorio desarrollado en los 90 le permitió a Colombia fortalecer un sector determinante para la economía. Las nuevas realidades en los energéticos y el cambio climático invitan a pensar que es el momento de revisar aspectos esenciales del mercado eléctrico, especialmente, lo relacionado con la generación térmica.