Así, surge un nuevo obstáculo, que podría afectar el servicio del aeropuerto, que se suma al fallo de tutela –calificado como atípico– que le ordena a la Aerocivil sentarse a negociar la prórroga de la concesión por nueve años más, y a una demanda, en la que el concesionario reclama 40.000 millones de pesos por los daños y perjuicios que le traería la decisión del Gobierno de no ampliar esa concesión.
Una de las mesas de trabajo estaba programada para la semana pasada, pero Acsa hizo su fiesta de fin de año y el trabajo se interrumpió.
“Si bien la Aerocivil está en capacidad de manejar el aeropuerto, la negativa de asistir a esas mesas podría crear traumatismo en la calidad y continuidad de la atención a los usuarios y en la operación”, dijeron voceros de la entidad.
Y reiteraron que la decisión del Gobierno es retomar la operación del aeropuerto el próximo 29 de febrero, tal y como lo establece el contrato y lo permite la ley.
Acsa insiste en abrir espacios para que se discuta la prórroga del contrato a la que, dicen, tienen derecho.
Mientras tanto, la Aerocivil apeló contra el fallo de tutela que le ordena habilitar un tribunal de arbitramento para discutir la ampliación del contrato. Para la Aerocivil, es claro que este tipo de instancias, contempladas en el contrato de concesión, solo están previstas para dirimir diferencias contractuales.
La Procuraduría General apoyó la apelación, y el fallo se conocerá en enero. En cualquier caso, la Aerocivil ya pidió vigilancia especial del Consejo Superior de la Judicatura.
La razón es que ha llamado la atención el hecho de que, si bien la tutela fue interpuesta por 25 empleados de Acsa, que pedían que se les protegiera el derecho al trabajo, el juez de primera instancia –Guillermo Arévalo– no tuvo en cuenta esas peticiones.
Por el contrario, terminó amparando los intereses de los directivos de la empresa, quienes respaldaron (coadyuvaron a) la acción de tutela.
Tampoco es clara la razón por la cual Acsa estaba impulsando la tutela y, a la vez, instaurando la demanda contra la Aerocivil, en la que exige la millonaria indemnización.
Acsa emitió un comunicado, en el que dice que está a la espera de la apelación de la tutela para conocer el futuro de la concesión. Raúl Riveira, representante de Acsa, le dijo a EL TIEMPO que, si el fallo es favorable a la Aerocivil, insistirán en reclamar la indemnización por 40.000 millones de pesos.