En medio las adjudicaciones de las Alianzas Público Privadas (APP) de iniciativa privada que ha venido haciendo el Gobierno (como Ibagué – Cajamarca, la Malla Vial del Meta y la vía entre Chirajara y Villavicencio), la firma brasileña de infraestructura Odebrecht anunció que tiene interés en desarrollar bajo ese esquema dos obras clave: la troncal de TransMilenio de la Avenida Boyacá (en Bogotá) y una vía alterna entre la capital del país y Girardot, la cual evitará el paso por Soacha.
Eleuberto Antonio Martorelli, presidente de Odebrecht Colombia, aseguró que estas obras costarán cerca de $8,4 billones. También contó que la compañía comenzará pronto a trabajar para devolverle la navegabilidad al río Magdalena. La meta es que en el 2019 esta arteria esté plenamente habilitada.
Ya tienen ustedes una propuesta lista para hacer la troncal de TransMilenio de la Avenida Boyacá. ¿En qué consiste?
Esa troncal es una iniciativa privada que presentamos a TransMilenio en diciembre del 2014. Estamos en fase de levantamiento de observaciones para saber si TransMilenio nos da paso a factibilidad o no. Dependiendo de esto, haremos el esfuerzo para tener la factibilidad lista en menos de un año.
Así, la idea es cerrar la negociación con ellos para poder ejecutar las obras. Nosotros asumimos la troncal y construimos toda la infraestructura necesaria para poner el TransMilenio desde la Autopista Sur hasta la calle 170.
No pedimos un peso al Distrito. Pensamos llegar hasta la calle 242 (Avenida Low Murtra). Esa iniciativa es de $2,8 billones sin aportes del Estado y tendrá 37 kilómetros.
Transformaremos la Avenida Boyacá en una autopista urbana que podría desarrollar velocidades entre 60 y 80 kilómetros por hora, incluso, para el propio TransMilenio. La idea es que los buses pasen a desnivel, por intercambiadores, para ganar velocidad en transporte público y en el tránsito de mercancías. Esta es una de las vías más importantes.
La idea es recuperar la inversión con la tasa de uso de la infraestructura nueva. También, dejaremos dos carriles por sentido liberados del pago de una tasa. Es una tarifa por kilómetro. Quien no quiera pagarla, empleará las vías locales a disposición.
Creemos que podríamos empezar alguna obra en el 2016. Es un proyecto que puede hacerse entre 3 y 5 años. Estamos evaluando la ingeniería de tráfico para esto y así evitar que se pierda el flujo de vehículos por la Avenida Boyacá.
Es un proyecto interesante. El confort del privado financia la infraestructura del transporte público.
¿La tasa por kilómetro se pagará a lo largo de toda la Avenida?
Sería como en Chile, donde los carros tienen un chip. Hay que garantizar un nivel de servicio, el flujo de los vehículos para que valga la pena pagar. Ya tenemos elaborado un estudio de tráfico muy interesante.
¿Qué tan receptivo ha sido el Distrito?
TransMilenio ha recibido muy bien el tema. Hay una oportunidad en las APP y no se puede perder este momento para desarrollar el mecanismo.
Es una de las alternativas y la ley colombiana de APP es muy interesante y joven. Estamos en la curva de aprendizaje.
¿Cómo se hará una vía alterna entre Bogotá y Girardot, desembotellando el tráfico de Soacha?
El segundo proyecto, con Corficolombiana, es una iniciativa privada como alternativa de trazado para la carretera entre Bogotá y Girardot. Es un proyecto interesante que entre inversiones, obras, mantenimiento y operación suma $5,6 billones. De estos, $2,6 billones son de obra nueva. Los otros $2,8 son para el mantenimiento de la carretera existente.
Este proyecto es una alternativa de salida de Bogotá que no será por Soacha. Se usa la Avenida ALO. La idea es completar 18 kilómetros de la ALO (desde la calle 13 hasta Canoas). Desde Canoas, salimos por viaductos hasta Granada (Cundinamarca). Entre Granada y Silvania hacemos una mejoría.
Estamos esperando la posición de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Presentamos a la ANI una alternativa al trazado para la vía Bogotá-Girardot, incluyendo los peajes existentes.
Además, con Corficolombiana, evaluamos iniciativas privadas y las vías 4G. Estamos mirando la participación en la vía entre Barrancabermeja (Santander), Bucaramanga y Yondó. Podemos ser competitivos. Seguimos evaluando nuevas oportunidades de negocios acá en el país.
Hacemos un trazado más amigable que economiza cerca de 21 kilómetros. Es una alternativa para no seguir por Soacha. Hay una iniciativa privada que aceptaron, pero nosotros presentamos una alternativa.
¿Cuánto tiempo tardará ejecutar esta vía alterna?
Podemos desarrollar los estudios de factibilidad y asumir compromisos en octubre y noviembre para la parte de mantenimiento. Con los proyectos de ingeniería, podemos empezar la concesión de la ALO llegando hasta Canoas rápidamente en dos años.
Nuestras previsiones iniciales son entre cuatro y cinco años. Eso puede ser reducido.
¿En qué va el proyecto para devolverle la navegabilidad al Magdalena?
Marcha muy bien. Tuvimos el desembolso de un crédito y estamos avanzados en el tema del cierre financiero. Ojalá que hasta julio o agosto ya tengamos esto. En junio, Cormagdalena nos entregará el río y empezaremos con las primeras obras de mantenimiento como el dragado en Bocas de Ceniza.
Estamos confiados en el proceso y la ingeniería está desarrollada. Esperamos comenzar las obras de encauzamiento en marzo del 2016 para devolver la navegabilidad desde Barrancabermeja hacia Puerto Salgar (Cundinamarca). Son casi 260 kilómetros de obras para hacer un dragado inteligente del río.
El río será 100 por ciento navegable todos los días del año. Devolveremos a la competitividad del país ese medio de transporte. Por el Magdalena Medio pasa casi el 70 por ciento del PIB nacional. Nosotros sabemos que muchas empresas hacen inversiones para transportar carga y creo que eso va a cambiar la competitividad del país. En el 2019 el río estaría 100 por ciento navegable.
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