Si el cronograma se cumple, en el año 2016 el país contará con un nuevo puerto para sacar sus productos al exterior. Según sus desarrolladores, la ventaja frente a los que existen hoy es que desde el interior del país, donde se produce el 70 por ciento del PIB nacional, se ahorrarán 350 kilómetros, lo cual redundará en una mayor competitividad.
La otra fortaleza es su cercanía con el Canal de Panamá, que le aportaría una demanda de servicios de transferencia de mercancías.
El complejo quedará en Urabá y ya cuenta con estudios de factibilidad y licencia ambiental, así como con prediseños. Además está en trámite la resolución de concesión portuaria y la definición como zona franca para otorgarle exenciones.
El otro campo de la gestión del proyecto, que también sigue su marcha con el acompañamiento de Jorge Londoño, el expresidente de Bancolombia; la firma Araújo Ibarra y la Gobernación de Antioquia, es la búsqueda de inversionistas nacionales o extranjeros para los 160 millones de dólares que se estima costará la primera fase.
Ya hay varios aspirantes que están siendo analizados, de acuerdo con Dora Elcy Vélez, vocera de la sociedad Puerto Bahía Colombia de Urabá, quien añade que las 38 hectáreas de terreno en el sector de Nueva Colonia (Turbo) donde se materializará la iniciativa ya fueron aprobadas por el Gobierno nacional.
“Si nos salen bien las cosas, aspiramos a que la construcción empiece en 6 meses y serían 18 meses para tenerlo operando”, añade.
En los prediseños está concebido un puerto multipropósito para recibir líquidos –como hidrocarburos–, graneles y carga en general, pero con posibilidades de ampliación para el manejo de contenedores, lo cual le permitirá aumentar de 3 millones a 5 millones de toneladas por año. Allí podrán atracar barcos de 200 metros de eslora y 45.000 toneladas de capacidad. Los 96 silos de 1.500 toneladas le permitirían guardar alimentos por 30 días.
ENLACE CON OTROS PROYECTOS
Federico Restrepo, asesor de la Gobernación de Antioquia para Urabá y gerente del proyecto Autopistas para la Prosperidad, destaca que aunque del puerto se ha hablado hace varias décadas, es la primera vez que un proyecto al respecto llega hasta el punto en que está este.
Restrepo anota que lo importante es que el puerto Bahía Colombia de Urabá se conciba dentro de un plan de desarrollo regional, articulándolo con los otros puertos que hay en la zona (el de Zungo utilizado para la exportación de banano y el Wafe de Turbo que cubre las necesidades locales de transporte marítimo y fluvial), así como con otro muelle que inversionistas privados están pensando en el área de Necoclí (norte de Urabá).
La dirigencia antioqueña tiene las alarmas encendidas al ver el espejo de Buenaventura, que pese a contar con un puerto por donde pasa el 70 por ciento de las importaciones del país y el 30 por ciento de las exportaciones, respira pobreza.
Por eso, según Restrepo, el contar con una salida privilegiada al océano Atlántico –a Urabá se le conoce como la ‘Mejor Esquina de América’– se debe aprovechar para que se asienten empresas.
Esto no parece lejano, pues la sola perspectiva del desarrollo portuario y de las Autopistas para la Prosperidad (ver nota anexa) ha atraído inversionistas. Hoy día se levantan dos centros comerciales con marcas importantes y firmas como Argos analizan la posibilidad de establecer allí proyectos inmobiliarios, según Restrepo. “Habíamos cometido el error histórico de pensar a Urabá como el muelle para Medellín. Tenemos es que atraer la industria para acá”, puntualiza.
CARRETERAS COMPLEMENTAN LA SALIDA AL MAR
En diciembre concluye la rehabilitación de la vía y se licitarán tramos de las Autopistas para la Prosperidad.
A finales de este año, cuando se concluya la rehabilitación de la carretera entre Medellín y Turbo, el trayecto hacia Urabá, que hoy dura de 7 a 10 horas, se reducirá a 4.
Estas obras, en las cuales el Invías y el Fondo de Adaptación invierten cerca de 300.000 millones de pesos, representarán un avance para la región agroindustrial. Sin embargo, su mayor hito de conectividad vendría por cuenta de dos megaobras que están en trámite: los tramos Mar 1 y Mar II de las Autopistas para la Prosperidad, y la variante de El Toyo. Cuando estén concluidas, los camiones de 5 ejes podrán transitar a 80 kilómetros por hora.
Mar I y Mar II cuestan 3 billones de pesos y serán concesionadas a finales de este año. El elegido tendrá un año para el diseño en detalle, tramitar la licencia ambiental y comprar predios. El resto de los seis años es de obras.
El proyecto de El Toyo, por 1,8 billones de pesos se hará por obra pública. Comprende 40 kilómetros de doble calzada entre Santa Fe de Antioquia y Cañasgordas, con 20 kilómetros de viaducto y 18 túneles, incluido el de El Toyo, que medirá 9,75 kilómetros. Adicionalmente, entre la gobernación de Antioquia y los municipios están invirtiendo 160.000 millones de pesos en vías secundarias y terciarias.
Néstor Alonso López
Redacción Portafolio